El Ayuntamiento de Santa Marta ha comenzado esta semana la obra de ampliación del pozo ubicado en la calle Nueva, donde se encuentran las bombas de aguas residuales que dan servicio a los edificios colindantes. El objetivo es solventar de una vez para siempre los continuos problemas que generan los residuos que se quedan agarrados en las bombas y que provocan que se quemen y haya que sustituirlas de forma frecuente.
“Han estado funcionando medianamente bien pero en los últimos dos años, y sobre todo en los últimos meses, el bombeo está recibiendo más residuos, sobre todo toallitas, lo que nos lleva a estar reponiendo constantemente las bombas con el coste que esto supone. Además, con esta obra, también pretendemos no aliviar al río”, explicó la concejal de Obras, Marta Labrador.
El Ayuntamiento invertirá 5.212 euros de las arcas municipales en esta intervención cuya finalidad principal es que, al contar con más espacio, las bombas funcionen correctamente, no tengan que realizar tanto esfuerzo y, en definitiva, desagüen mejor.
“El pozo es muy pequeño y lo que pasa es que los residuos se enganchan más por lo que la bomba tiene que hacer un mayor esfuerzo, se deteriora y se acaba quemando, aunque haya protección de motores que al final no es suficiente”, continuó la edil.
Hace apenas un mes que hubo que sustituir las bombas, por lo que los responsables municipales han decidido atajar el problema con la ampliación del pozo, aunque también es necesario evitar este tipo de residuos para que la vida útil de las bombas sea mayor.