El foro ‘Age Open Science’ culminó este jueves con las dos últimas conferencias celebradas en el Colegio Arzobispo Fonseca. La primera de ellas, del investigador Steve Horvath, de la universidad californiana de UCLA, que con su ponencia sobre estudios de metilación del ADN del envejecimiento en diferentes mamíferos, explicó cómo funcionan los relojes biológicos que él mismo ha desarrollado, destacando que “permite construir biomarcadores aplicables a lo largo de toda una vida”.
Por su parte, la directora científica del Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas, María Blasco, subrayó la importancia de eventos como este para “fomentar el desarrollo de conceptos como el rejuvenecimiento o la longevidad”, y expuso sus más recientes investigaciones. “Hemos conseguido, a través de la telomerasa, alargar la calidad de vida de ratones, retrasando por tanto el envejecimiento, y esperamos que algún día sea aplicable a humanos”, manifestó.
Durante los dos últimos días, los científicos e investigadores a la vanguardia de los estudios sobre envejecimiento y longevidad, llenaron las calles de Salamanca para acercar la ciencia a la sociedad. Así, realizaron encuentros y generaron debates a lo largo de toda la ciudad, en un recorrido por lugares emblemáticos como el Palacio de Anaya, el Palacio de Monterrey, el Patio de Escuelas y el Paraninfo de la Universidad de Salamanca, el patio del Palacio de la Salina de la Diputación de Salamanca, el Patio Chico y el Claustro del Colegio Arzobispo Fonseca, cuya capilla acogió hoy el acto de clausura.
El evento forma parte del proyecto ‘Programa para una sociedad longeva’ aprobado en el marco del Programa Interreg V-A, España-Portugal, POCTEP, 2014-2020, del Fondo Europeo de Desarrollo Regional (FEDER) y contó con la colaboración del Ayuntamiento y la Diputación de Salamanca. Caber recordar que con motivo de la XXXII Cumbre Hispano-Portuguesa en octubre de 2021, los gobiernos de ambos países se comprometieron, entre otras cuestiones, a cooperar estrechamente para afrontar, entre otros, los retos científicos. Por ello, ‘Age Open Science’, que nace con vocación de permanencia, aspira a celebrar su próxima edición en Portugal.