La localidad salmantina de Lumbrales ha acogido hoy una concentración en defensa de la sanidad rural, a la que han asistido miles de vecinos del municipio y de la comarca de El Abandengo. Más de 2500 personas según fuentes oficiales y de la Guardia Civil.
"Queremos seguir viviendo en los pueblos seguros y asistidos, sin temer por nuestra salud”, ha proclamado este sábado el presidente de la Mancomunidad y alcalde de Bañobárez, José María Regalado.
Como presidente de la Mancomunidad de municipios de la comarca de El Abadengo, y en representación de cada uno de ellos, ha leído un manifiesto para expresas su "firme descontento con la gestión actual en materia sanitaria que estamos viviendo en los últimos tiempos en nuestros pueblos".
"Cada uno de nosotros sí sabe qué es todo eso del mundo rural. Cada uno de nosotros sí sabe todo lo bueno que da el vivir en un pueblo. Todos nosotros sabemos valorar la fortaleza y el esfuerzo de todos aquellos que decidieron comenzar una vida en el pueblo, sorteando las dificultades y apostando por lo mejor que tiene Castilla y León: su tierra extensa y sus gentes nobles y campechanas. Pero desgraciadamente, las innumerables ventajas del mundo rural que un día marcaron nuestro destino de vida con aire puro, campo y naturaleza, se hacen incapaces en muchas ocasiones de vencer a todos los problemas y dificultades que aparecen cada día, haciendo que la balanza siempre vire hacia el mismo lado, y poniendo en serios apuros a quienes desafiamos su resultado", ha lamentado.
En ese sentido, se ha preguntado si "en esta vorágine de pensamientos insensatos, y en muchas ocasiones contraproducentes, con la quimera de soluciones contra el problema de la despoblación rural en la mal llamada España Vaciada, ¿Nadie se ha parado a pensar cuales son los verdaderos problemas de fondo, consiguiendo con sus invenciones meros tratamientos paliativos, con la ya demostrada incapacidad de solucionar el problema de raíz?".
"¿Quizá alguien en su sano juicio dude de la necesidad vital de contar con servicios básicos de calidad que den garantías cuando se precisen? ¿Cómo vamos a querer que la gente se quede a vivir en un sitio que, cuando precise atención sanitaria, primaria o urgente, no se pueda garantizar que la reciban en un tiempo y con calidad mínimamente aceptables?", ha señalado. En este sentido, ha subrayado que si no hay servicios, "la gente se irá y comenzará sus vidas en otros lugares; y si la gente se va, cada vez habrá menos y menos servicios. Un bucle del que no sabemos salir, y lo que es aún peor, no sabemos si los que están fuera nos quieren sacar…".
Por ello asegura que el centro de salud de la localidad "siempre ha sido un referente en materia sanitaria, con excelentes profesionales, que han dado más de lo que su trabajo les pedía, con su vocación y sacrificio consiguieron, y lo siguen haciendo, sacar adelante todo lo que se encontraban. Pero todo tiene un límite, para ellos como trabajadores, y para nosotros como usuarios de un servicio básico y fundamental. Hemos visto cómo Año tras año se reducía el número de facultativos médicos y de enfermería, se mermaba la asistencia diaria en los consultorios, se reducía al mínimo la presencialidad del personal de guardia,…. Y así hemos llegado hasta donde nos encontramos".
Cerralbo, Bermellar o Hinojosa "no merecen que su médico de referencia pase días, incluso semanas, sin visitarles o pasar consultas y en el consultorio médico local. Bañobárez, San Felices o La Fregeneda no merecen que si ocurre cualquier problema sanitario y el único médico de urgencias está ocupado, tengan que encomendarse al conjunto de Santos para evitar una tragedia que en algunas ocasiones se torna inevitable".
De igual modo Olmedo, Ahigal o Fuenteliante "no merecen que sus mayores, los más vulnerables, quienes más han luchado porque nuestros pueblos se hayan mantenido siempre, se sientan indefensos, desprotegidos y con miedo de vivir en sus casas, pensando qué pasará si un día algo sucede y no está el médico para atenderles. Lumbrales, Sobradillo o La Redonda no merecen que un enfermo grave tenga que ser apeado de una ambulancia para montarlo en otra en mitad de la carretera, haga calor, frío, llueva o nieve".
Y así un sin fin de circunstancias que, según el primer edil, "parece que debimos aceptar y asumir en algún momento que nadie recuerda, por vivir en nuestro pueblo, por apostar por la vida rural y todo lo bueno que tiene".
Por ello, clama que El Abadengo y sus gentes han dicho basta. "Estamos cansados de buenas palabras y malas o nulas acciones. Estamos cansados de seguir pagando el pato de los recortes en servicios tan básicos y necesarios como este. Estamos hartos de oír SI, y ser NO. Estamos aquí porque queremos a nuestros pueblos, y tenemos claro que queremos seguir viviendo en ellos seguros y asistidos, sin temer por nuestra Salud. Estamos aquí porque luchamos con nuestros sanitarios y junto a ellos, porque están cansados y nos piden ayuda para garantizar una asistencia digna y de calidad.
Estamos aquí para gritar fuerte, y que todo el mundo se entere que nuestra sanidad no se toca, y lucharemos sin cuartel para recuperarla".