El incendio forestal de Monsagro, en la provincia de Salamanca, bajó este viernes a nivel cero 18 días después de ser declarado. El 11 de julio saltó desde Extremadura y desde entonces ha calcinado más de 8.600 hectáreas según la estimación de Copernicus. La mitad de esos días estuvo en nivel dos, con alta peligrosidad y varios focos simultáneos, y desde el 20 de julio, hace ahora nueve días, permanece en nivel uno.
Así lo anunció la Junta de Castilla y León este mediodía a través de su perfil de Twitter ‘@naturalezacyl’, donde informó también del descenso, igualmente a nivel cero, del incendio forestal de Quintanilla del Coco, en la provincia de Burgos, en un mensaje que aprovechó para agradecer a todos los profesionales del Infocal que lo han hecho posible.
Según el último parte difundido por la Consejería de Medio Ambiente, actualmente trabajan en tareas de refresco de la zona del incendio de Monsagro, que permanece activo, tres agentes medioambientales, dos cuadrillas nocturnas, cinco cuadrillas de tierra y una cuadrilla del Ejército de Tierra. Son los últimos recursos de un operativo que llegó a acumular numerosos medios aéreos y terrestres, tanto del Infocal, como del Gobierno de España, el Ejército, la Unidad Militar de Emergencias y otras comunidades autónomas.
Durante su prolongado periplo, el incendio forestal de Monsagro, el más grave en la historia reciente de la provincia de Salamanca, obligó al desalojo de tres pueblos, incluido el mismo que le da nombre, además de Guadapero y Morasverdes. Cientos de personas que tuvieron que abandonar sus casas a las que hay que sumar una docena de monjes del Monasterio de San José de Las Batuecas, que aún permanecen desplazados en Alba de Tormes.