La Junta de Castilla y León destinará un total de cinco millones de euros durante los próximos diez años para poner en marcha un plan para recuperar los territorios afectados por el incendio de Monsagro, en la provincia de Salamanca. El consejero de Medio Ambiente, Vivienda y Ordenación del Territorio, Juan Carlos Suárez-Quiñones, se reunió este lunes con los alcaldes de los municipios afectados por unas llamas que arrasaron más de 8.600 hectáreas durante el mes de julio.
El encuentro sirvió para repasar lo que fue el incendio que empezó el 11 de julio, en palabras de Suárez-Quiñones, “en el marco de aquel fenómeno meteorológico extremo, con una continental sahariana a la que se unió con una dana atlántica y provocó unas condiciones meteorológicas nunca vistas, dando lugar a un incendio que costó mucho apagar”. Fue un operativo “muy complejo” que concitó medios de la Junta, del Gobierno de España, y de la Diputación, de Salamanca, actuando “en solidaridad”.
El consejero, en declaraciones recogidas por Ical, quiso agradecer su papel a los alcaldes, sobre todo por el apoyo al operativo en labores logísticas y de información. “En la reforma del Infocal vamos a concretar más el papel del alcalde, que será reforzado para reconocer su trabajo en momentos muy complejos para ellos, cuando ven que se están produciendo daños en su territorio y han colaborado con gran serenidad”, manifestó.
Según recordó, el incendio calcinó más de 8.000 hectáreas de superficie forestal, más de 4.000 de arbolado, casi 3.000 de utilidad pública. “Ahora viene el día después. La zona quemada tiene que tratar de recuperar la mayor normalidad cuanto antes y, por eso, el proyecto, que ya está ultimado, tiene una parte de actuación de urgencia y otra a medio-largo plazo", apuntó.
Juan Carlos Suárez-Quiñones insistió en que la voluntad de la Junta es que los alcaldes “conozcan el plan, colaboren y se sientan partícipes de lo que se va a hacer”. Entre las primeras actuaciones, evitar los arrastres derivados de las lluvias torrenciales que puedan venir en otoño. “Para ello, llevaremos a cabo actuaciones de urgencia para asentar el terreno y que no afecten a los acuíferos. Se trata de minimizar al máximo los arrastres para garantizar la calidad de las agua”, apostilló el consejero.
Sacar la madera quemada para evitar plagas
Por otro lado, el plan se enfocará en sacar la madera quemada ya que “puede producir plagas”, tanto de los montes privados como públicos. “Se publicará una orden mediante la que se facilitará a los particulares sacar la madera sin tener que atender a trámites especiales. Luego, se subastará la madera quemada para generar beneficios para los ayuntamientos afectados”, añadió.
Además, el programa de recuperación prevé actuaciones como reconstruir caminos y sendas, así como pasos de agua, e incrementar los depósitos, tanto para el ganado como para los medios aéreos. “Un conjunto de actuaciones que conllevarán resembrados, repoblaciones… la Junta viene para quedarse diez años y lo que sea necesario”, afirmó.
Pérdidas desde el punto de vista turístico
En lo que se refiere a la parte económico-social, se refirió a las pérdidas sufridas en la zona, sobre todo desde el punto de vista turístico. “A los ganaderos se les ha apoyado con el suministro de alimentación y abrevaderos, decenas de toneladas que se ha proporcionado. En cuanto los pastos nazcan, se levantará la prohibición de pastar en los montes. Igual que se levantarán las limitaciones a la caza en cuanto se recupere”, explicó. Por otro lado, “habrá que restaurar cercados ganaderos, sendas y aquellas infraestructuras de uso público que se hayan dañado”.
Además, para los establecimientos, autónomos y pymes que hayan sufrido prejuicios, la Junta ya ha lanzado varias líneas de apoyo para proporcionar “capital circulante y liquidez”, y apoyar, por ejemplo, la creación de nuevos negocios. “Un paquete muy importante de ayudas”, recalcó, recordando que se añadirán “todo tipo actuaciones en carreteras, señalización, internet...”.
“Tenemos claro que esto es una labor conjunta de una nueva realidad derivada de la situación climática en todos los países mediterráneos y hay que extremar la precaución. Los árboles no se queman solos. El 90 por ciento es el hombre, por intención o imprudencia. Y eso genera un riesgo enorme y un daño terrible. El mensaje es el de la responsabilidad en el uso del medio natural y la colaboración con el personal medioambiental. Y, por otro lado, un mensaje de esperanza al territorio de los municipios afectados porque la Junta va a estar ahí”, concluyó.
El encuentro tuvo lugar en el Salón de Plenos del Ayuntamiento de Ciudad Rodrigo, cuyo alcalde, Marcos Iglesias, recibió palabras de elogio por parte del consejero por su papel durante el incendio, tras acoger a los vecinos evacuados de los pueblos que hubo que desalojar y por tener una actuación “personal, directa e inmediata” con estas personas. “Un trabajo extraordinario”, apostilló Suárez-Quiñones.