La Plaza Mayor de Salamanca se convirtió esta noche en un observatorio astronómico con el foco puesto en la luna. La ciudad del Tormes celebró la Noche Internacional de Observación de la Luna, el evento anual convocado por la NASA, de una manera didáctica e inclusiva. De la mano de la agrupación astronómica OSAE, el ágora salmantina se vistió con diferentes telescopios para que el público pudiera observar los detalles del astro.
El turismo astronómico estuvo al alcance de todos ya que el Consistorio charro facilitó un intérprete de lengua de signos para que las explicaciones pudieran ser seguidas por personas con discapacidad auditiva. Además, ajustaron los telescopios a una altura adecuada para que pudieran ser utilizados por personas en silla de ruedas y la parte más didáctica se adaptó para las personas con discapacidad intelectual. Las personas con discapacidad visual también pudieron sentir en sus manos el Universo gracias a maquetas de diferentes astros, planetas, cráteres lunares o constelaciones en relieve.
La asociación astronómica de la Universidad de Salamanca, Supernova, fue la encargada de trasladar actividades similares a diferentes puntos de la ciudad, como la Cuesta de Tentenecio, para mostrar su afición por la observación del universo en una noche en la que la Luna estuvo más cerca que nunca.