La mayor mina de uranio a cielo abierto de Europa podría ser una realidad en Salamanca si el Gobierno central lo permite. La empresa promotora del proyecto, Berkeley Minera España, sigue con su empeño de convertir al municipio de Retortillo en el referente europeo de la extracción de este material. Ya ha invertido 100 millones para llevarlo a cabo, pero sigue sin llegar el visto bueno del Consejo de Seguridad Nuclear y su posterior validación por parte del Ministerio de Transición Ecológica. Las quejas y presiones de los grupos ecologistas y "razones ideológicas" han impedido su puesta en marcha tras 15 años de trabajo. No obstante, la compañía australiana no se da por vencida y confía en recibir el visto bueno y en poder realizar una inversión de 80 millones de dólares para producir el uranio que ahora mismo España compra a Rusia. "Hoy han cortado el grifo del gas, mañana puede ser el del uranio", ha sentenciado el presidente de la compañía, Francisco Bellón del Rosal, durante la celebración del I Foro Salamanca Impulsa, organizado por EL ESPAÑOL-Noticias de Castilla y León, en una conversación que ha mantenido con el periodista Jesús I. Fernández.
Todo ello cobra especial importancia en el contexto actual de crisis energética, cuando el 40% del uranio que se consume en España procede de Rusia. En este sentido, Francisco Bellón ha recordado que "solamente el yacimiento de Retortillo va a producir ese 40%: si obtenemos el permiso que nos falta, en menos de dos años estaremos produciendo el equivalente al uranio que viene de Rusia".
Bellón también ha querido poner de manifiesto que la energía nuclear ha sido reconocida como una energía limpia, pese a que "a diferencia de otros países, España no ha cambiado sus políticas de cara a extender la vida útil de sus centrales nucleares, por una cuestión ideológica". Por ello, considera que un cambio de Gobierno posibilitaría también un cambio en la política energética.
"Para que puedan salir en marcha los proyectos mineros, hace falta mucha inversión previa, y llevamos muchos años de trabajo en los que se ha desarrollado el proyecto desde el punto de vista técnico, financiero y de permisos, ha sido una carrera larga, pero muy satisfactoria", ha detallado Bellón. En este sentido, la empresa ha obtenido más de 120 permisos de informes favorables y uno desfavorable, el último, por parte del Consejo de Seguridad Nuclear, que ha sido recurrido por Berkeley ante lo que tildan de "manipulación política". La compañía se encuentra, a día de hoy, a la espera de que el Gobierno dé luz verde a la iniciativa.
Vídeo completo del I Foro Salamanca Impulsa
De ser así, su puesta en marcha sería "rapidísima", como ha manifestado Francisco Bellón, puesto que la construcción de la mina ya ha sido financiada y los terrenos ya han sido adquiridos "por medio de acuerdos amistosos con casi 100 propietarios de la comarca", ha señalado. Así, en dos o tres meses tras obtener una resolución favorable, podrían comenzar las obras.
El presidente de Berkeley ha señalado que se trataría de "un motor importante para la provincia y la zona del Campo Charro, donde nos implantaríamos". Y es que además de la inversión ya realizada, la compañía invertiría unos 80 millones de dólares que, en sus palabras, "dan una idea de la riqueza que se generaría alrededor", así como puestos de trabajo directos. En este sentido, la compañía se muestra comprometida con que "el empleo sea lo más local posible", y para ello, "hemos puesto en marcha un centro de formación para todos los habitantes y que no se pierda ni una sola oportunidad de empleo local". A ello se añade la posibilidad de generar un tejido industrial con la posible implantación de otras empresas de servicios que se encargarían de satisfacer los requerimientos de la minera.
En cuanto a las quejas de los grupos ecologistas, Bellón las ha definido como "infundadas", porque "si la tramitación administrativa es tan larga y compleja, es para asegurar que no va a haber ningún tipo de impacto negativo". Además, la minería de uranio no es una novedad en Salamanca, donde la última mina de uranio se localizó en Saelices el Chico y funcionó durante más de 30 años, período en el que "no ocurrió ninguna catástrofe apocalíptica como dicen que va a ocurrir en Retortillo", ha añadido Bellón.
Además, el presidente de Berkeley ha querido dejar claro que su compromiso "es el de hacer una explotación sostenible y con una huella de carbono pequeña que vamos a tener muy presente". Para ello, la compañía dispone de diversas certificaciones por las que anualmente pasan por auditorías que evalúan sus procedimientos.
Este proyecto se ideó allá por el 2007. Ha pasado más de una década en la que la empresa no ha parado y ha continuado con la tramitación administrativa que le permita ponerlo en marcha. Pero no solo se centra en Retortillo, sino que Berkeley se muestra esperanzada de encontrar nuevos yacimientos, ya sean de uranio o de otro tipo de materiales actualmente necesarios.
Durante este tiempo, a Berkeley también se le ha acusado de especulación, "pero después de haber gastado 100 millones y habiendo financiado otros 100 para construir, como especulación es un poco cara", ha concluido Bellón.