Se cumplen 14 días de intensa búsqueda de José Antonio Martínez, el montañero de 45 años que despareció el pasado 29 de diciembre en la Sierra de Béjar. 14 días de angustia e incertidumbre con los que convive la familia y, sobre todo, su mujer: Merche Gasco.
Ellos viven en Cataluña, pero se encontraban pasando las navidades en Ceclavín (Cáceres), el pueblo natal de Merche. José Antonio es un gran apasionado de la montaña y "no hay nada que más le guste que realizar rutas en su tiempo libre", según relata su mujer a EL ESPAÑOL-Noticias de Castilla y León. Llevaba ya dos años "soñando" con poder hacer la ruta del Calvitero, en el término municipal de Candelario (Salamanca), pero aún no lo había logrado. De hecho, este mismo verano habían pasado por la zona y él había manifestado su interés por hacer esta ruta de montaña. Sin embargo, ella "no quería que hiciera esa ruta".
Una idea que no terminaba de convencer a Merche, quien siempre ha sido más reticente ante este tipo de deporte. Finalmente, el 29 de diciembre decidió que era el día de hacerla. Un montañero experto que "había hecho otros picos en Pirineos y País Vasco" y que tenía "todo perfectamente estudiado". Ese día, el reloj marcaba las 09:11 horas y Merche recibió un mensaje de whatsapp donde José Antonio le confirmaba que empezaba la ruta y que había llegado correctamente, a lo que ella le contesta un "ok".
Las horas iban pasando. Le había explicado previamente que sería una ruta que le llevaría 7-8 horas. Las agujas del reloj van pasado, pero aún no sabía nada de él. Los nervios empiezan a aparecer, pero su mujer cree que "se ha podido quedar sin batería" y le da margen "hasta que llegue al coche y conecte el cargador". Pasa el tiempo y sigue sin responder y, es entonces cuando la preocupación aparece y, como consecuencia, las llamadas para pedir ayuda y saber qué ha podido pasar.
Ante la posibilidad de que él fuera solo, Merche había sido contundente: "Le dije que no, que me negaba y que no le iba a dejar el coche". En Cataluña hace las rutas "siempre acompañado". Por eso, le dijo que iba con un grupo de excursionistas llamado Turismo Activa. Gracias a ese dato, los llamó y le dijeron que ellos no habían emprendido ninguna ruta ese día y Jorge, uno de los responsables, le animó a llamar al 112 y moverlo "cuanto antes".
Eso fue lo que hizo. Llamó al 112 y les dijo el lugar exacto donde él había dejado su coche, en el Travieso. Una vez se personó la Guardia Civil en el lugar, pudieron comprobar que el vehículo estaba allí. En ese momento, se pone en marcha el operativo de búsqueda para los que solo tiene palabras de agradecimiento: "Doy las gracias porque salieron al momento pese a las malas condiciones que había ese día. Mucha niebla, frío y viento". Ante la pregunta de si José Antonio había consultado la climatología que iba a hacer, su mujer responde contundente: "Lo había mirado todo perfectamente. Cuando llegó allí me dijo mediante una audio que había un poco de llovizna, pero yo creo que pensó que ese era el momento de hacerla".
Y es que, precisamente, las malas condiciones son la premisa principal de lo que le ha podido ocurrir: "Tienen claro que se ha desorientado arriba por el tiempo que hacía". Aunque, más tarde, sospechan que "se ha podido meter para refugiarse en alguna parte y está escondido en algún lugar". La búsqueda se centra en la última señal que el móvil ha podido ofrecer, que es en la zona del Torreón. La montaña, según explica, tiene tres vertientes: hacia Salamanca, Ávila y Tornavacas. Ese punto concreto es donde desapareció la señal de José Antonio.
Por ahora, su familia guarda la esperanza: "Es un hombre muy responsable y metódico. Es fuerte. Yo sé que las condiciones son malas, soy enfermera y nadie me va a engañar. Entiendo lo que supone estar tantos días a esas temperaturas pero confío en que ha sabido hacer todo lo que tenía que hacer. No voy a perder la esperanza".
Con una pequeña sonrisa cuenta que le había regalado unas botas y un pantalón de nieve para que le acompañara en estas rutas -aunque sabía que no iba a pasar porque ella detesta la montaña- y, ahora, le dice cada vez que se acerca a ver cómo va la búsqueda: "Cómo te has empeñado en que suba". Ahora, tras 14 días de intensa búsqueda y, su cumpleaños que ha sido ayer 11 de enero, solo piden que "vuelva a casa" y que puedan localizarlo lo antes posible, porque ellos ya "han perdido la cuenta de los días". Por ello, la propia familia "no dejará de buscarlo". Llevan 14 días luchando para encontrarlo porque "se lo debemos y no vamos a dejarlo en la montaña".
"La sociedad se lo debe"
El rescate está siendo complejo. Los nervios están a flor de piel y su familia sueña con poder recuperarlo lo más pronto posible. Hace cinco días, la familia emitía un comunicado lamentando que les habían dicho desde la Subdelegación del Gobierno en Salamanca que "no continuaría la búsqueda hasta febrero". Algo que les resultada "incomprensible".
"Él es sanitario como yo y durante la pandemia, no nos fuimos a casa ni con miedo ni con nada. Ahora la sociedad se lo debía a él, el no dejarlo en la montaña", afirma Gasco. Ante el revuelo que produjo en redes sociales, hablaron con ella y le aseguraron que continuarían la búsqueda.
"Eso ha sido así. No estoy dispuesta a que se ponga en duda la credibilidad y honestidad de familiares y amigos", matiza la mujer del montañero desaparecido en la Sierra de Béjar. Sin embargo, pese al malentendido ocasionado hace unos días, ahora está "completamente agradecida" por la búsqueda "insaciable" que están realizando todos, "desde voluntarios hasta el personal especializado".