Guijuelo baja el telón de la Matanza Típica, correspondiente al año 2023, una de las más celebradas, con la Fiesta del Mondongo. Desde el pasado 3 de febrero, y todos los fines de semana del mes, la Villa chacinera ha sido epicentro de la gastronomía asociada al cerdo ibérico y al jamón. Por la villa han pasado celebridades de todo tipo para ensalzar este manjar culinario del que el Ayuntamiento es su principal promotor.
Esta mañana de domingo, unos ciento sesenta capistas llegados a Villa desde diversos puntos de la geografía española, han dado vistosidad al trabajo artesanal de la elaboración de embutidos, caso concreto del chorizo, que ha corrido a cargo de las Águedas de Guijuelo. Estas mujeres, características por su atuendo tradicional, son parte de la Matanza Típica, en cuanto son las encargadas del reparto de chicas, dulces y aguardiente en las mañanas matanceras. En esta jornada, ellas también han sido las encargadas de la prueba del mondongo.
Es que, como no podía ser menos, la Matanza Típica de Guijuelo es gastronomía. Así, si en los diversos restaurantes el menú matancero ha sido parte esencial de la carta, en esta jornada de mondongo se han degustado en la Plaza Mayor lentejas con chorizo solidarias. Para ello, se ha contando con la colaboración de Legumer y, ya en la parte festiva, con la Asociación Cultural Atagomsa.
La Pesada, una fiesta solidaria de manos de José Antonio Ramos
La celebración de la Matanza Típica también tiene en la noche del último sábado, a las puertas de los Salones El Pernil, donde se degustó un espectacular cocido matancero, la organización de la Fiesta Solidaria de La Pesada, a favor de la lucha contra el cáncer AECC. Y, la gente de Guijuelo y visitantes no fallaron.
Para ello hubo una apuesta, en la que se tenía de acertar el peso de Juan Antonio Ramos, de El Pernil, y su hijo José. Con la presencia del alcalde de Guijuelo, Roberto Martín, así como de una amplia representación municipal, se celebró la divertida Pesada.
Una vez conocido el peso de los dueños de El Pernil, todos los presentes, a ritmo de música festiva, pudieron degustar unas excelentes sopas de ajo y, cómo no, unas chichas que mataron el frío, saciaron la necesidad y sirvieron de convivencia.