La Policía Nacional de Salamanca detiene a dos mujeres por dedicarse a la trata de seres humanos con fines de explotación laboral y delitos contra los derechos de los trabajadores. Los ciudadanos extranjeros, naturales de Perú, eran captados y engañados en su país, con la promesa de contratos de trabajo de calidad y una mejor vida. Algo que nunca se cumplía.

Ya que, una vez en España, eran obligados a trabajar en condiciones de trabajo abusivas y en semiesclavitud, con condiciones de vida infrahumanas y controlonado sus condiciones de vida con libertad limitada.

La trata de seres humanos constituye la esclavitud del siglo XXI, y tiene una gran incidencia en nuestro país, que ha venido modificando su legislación en los últimos años para adaptarse a todos los protocolos y convenciones internacionales, incluyendo los distintos convenios y directivas europeas.

De entre las organizaciones dedicadas a la comisión de estos tipos delictivos, existen algunas que se especializan en el reclutamiento de personas en sus países de origen, en este caso Latinoamérica, para su posterior explotación laboral utilizando para ello amenazas, violencia, abuso de superioridad o posición dominante, endeudamiento, engaño u otras formas de coacción, para someterlas, obligándolas a realizar dichas actividades en contra de su voluntad, o a través del denominado “consentimiento viciado”, aprovechando su evidente vulnerabilidad, y lucrándose con el beneficio obtenido por su explotación.

La investigación comenzó cuando agentes de Salamanca tuvieron conocimiento de la actividad delictiva que realizaba una empresaria, propietaria de una Residencia de Ancianos en un municipio de esta ciudad, quien estaría obteniendo beneficios económicos del trabajo realizado por ciudadanos extranjeros en tareas de limpieza, los cuales eran traídos mediante engaño de sus países de origen en Sudamérica.

La investigación desveló que aprovechando los convenios existentes entre España y Perú y bajo la apariencia de legalidad, ofrecían precontratos a personas vulnerables y en situación de necesidad en origen, y a través de una captadora residente en Lima se les pagaba el billete de avión y los gastos de viaje con destino a España y en concreto a Salamanca, donde se les ofrecía que iban a desempeñar un trabajo legal y remunerado en limpieza, la cuales eran explotadas laboralmente.

Modus operandi

El modus operandi consistía en captar en sus países de origen a los extranjeros que acudían a congregaciones religiosas para obtener ayuda de la misma, y aprovechando los convenios existentes entre España y Perú y bajo la apariencia de legalidad, ofrecer precontratos a personas vulnerables y en situación de necesidad y con la falsa promesa s una vida mejor en nuestro país.

Las víctimas una vez que llegaban a Salamanca eran ubicadas en una residencia de ancianos y obligadas a trabajar en tareas de limpieza en condiciones de semiesclavitud, obligadas a vivir en la residencia ejerciendo un control de su libertad de movimiento.

Y como consecuencia del traslado a España, cuyos gastos de viaje habían soportado personas de la organización, las víctimas generan una deuda, la cual se iba incrementando fruto de los gastos generados por su alojamiento y manutención en la propia residencia. Iban generando una deuda creciente y eran obligadas a trabajar en condiciones de explotación, sin remuneración o con una remuneración insignificante, ya que debían pagar la deuda contraída. Trabajaban todos  los   días  de  la  semana,  y todas  las  horas  del  día y  eran controladas en su tiempo de descanso y sometidas a vejaciones y desprecios constantes. Llegando a manifestar algunas de ellas sentirse como “esclavos”.

Operativo policial

La explotación operativa de la investigación se inició en la mañana del martes 7 de marzo y culminó con la detención de dos mujeres de nacionalidad española. Según fuentes judiciales, el Juzgado de Instrucción numero dos de Salamanca acordó ayer, de conformidad con el criterio de la Fiscalía, la libertad de una de ellas. La segunda no llegó a pasar a disposición judicial ya que fue puesta en libertad por el propio cuerpo policial que la arrestó. La operación continúa abierta tratando la localizar más víctimas y no se descartan nuevas detenciones.

Esta operación se enmarca dentro del Plan de la Policía Nacional contra la Trata de Seres Humanos con Fines de Explotación Sexual. La Policía Nacional cuenta con la línea telefónica 900 10 50 90 y el correo trata@policia.es para facilitar la colaboración ciudadana y la denuncia, anónima y confidencial de este tipo de delitos, no quedando reflejada la llamada en la factura telefónica. 



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