La localidad salmantina de Monterrubio de Armuña está de luto. Sobre sus calles prima un ambiente de tristeza y desolación a causa del reciente fallecimiento de Alberto Rodríguez, el niño de cuatro años que padecía Burkitt, un tipo de cáncer que, finalmente, no ha podido superar al no encontrar al donante de médula que llevaba tiempo buscando con urgencia.
El menor falleció el pasado martes, 30 de mayo, tal y como ha anunciado el Ayuntamiento de Monterrubio a través de su página de Facebook.
Sin embargo, el consistorio no solo ha utilizado esta red social para comunicar la triste noticia, sino también para trasladar todo su apoyo al círculo más cercano del pequeño, a quien han definido como un niño "valiente, luchador y con una sonrisa que nos conquistó y emocionó a todos".
"Hoy es un día enormemente triste para todos los vecinos de Monterrubio. Hace unas horas nos han comunicado que el pequeño Alberto Rodríguez ha fallecido", empieza diciendo el texto.
"Alberto permanecerá siempre en nuestros corazones y en nuestro recuerdo. Las banderas del Ayuntamiento ondean ya a media asta ante la desgarradora noticia", prosigue.
A modo de conclusión, el consistorio ha querido dar el pésame a los padres, familiares y amigos del pequeño fallecido, así como ponerse a su disposición para todo lo que precisen: "Desde el Ayuntamiento de Monterrubio y de parte de todos los que formamos parte de esta institución, queremos trasladar a sus padres Luis y María José, a su hermano Iván, y al resto de familiares y amigos, nuestro más sentido y sincero pésame. Quedamos a vuestra disposición, familia, para todo lo que institucional y personalmente podamos hacer por vosotros. D. E. P.", concluyen.
El caso de Alberto era conocido de sobra, ya no solo entre la sociedad salmantina, sino en una buena parte del país gracias a la campaña que sus padres han hecho en redes sociales desde el primer momento con el único objetivo de salvar la vida a su hijo, a quien le diagnosticaron la enfermedad en junio del año pasado y a raíz de unos problemas intestinales que le hicieron pasar por quirófano.
Ayer el cielo sumó una nueva estrella. ¡Descansa en paz, Alberto!