Un cura descendiente de una familia de la localidad salmantina de Muñoz ha sido suspendido y apartado de sus funciones después de que una mujer lo denunciase por sufrir supuestos abusos sexuales reiterados en Argentina cuando ella tenía nueve años, según ha desvelado una investigación de la Cadena Ser y El País.
El cura era el catequista de la primera comunión de la niña al inicio de los años 80 y al parecer, el hombre -que tenía 27 años- metía a la menor en una habitación próxima a la secretaría rectoral. Allí, según relata la víctima, sufría violaciones los sábados por la tarde tras la catequesis en la ciudad argentina de Mendoza y dejó de ver al cura después de la Comunión al ser trasladado a otro lugar. Después de Argentina fue trasladado a otras parroquias de España, como Salamanca, El Prat de Llobregat y Castelldefels (Barcelona), así como varias ciudades de Italia.
La víctima, con 49 años en la actualidad, una hija menor y residente en Cataluña, ha alegado en su acusación alevosía, indefensión y abuso de superioridad y ha relatado que además de la violación sexual forzada le exigía desnudarse y masturbarle e incluso la pérdida de la virginidad.
Aunque hace años la familia de la menor quiso presentar denuncia contra este sacerdote, la parroquia alegó que había fallecido. Tampoco desde el Vaticano dieron respuesta a la denuncia de la víctima mientras el cura permanecía en Roma, hasta que por fin lo ha podido denunciar ante el Defensor del Pueblo. Y es que, coincidiendo con la prescripción del delito penal, el sacerdote ha vuelto a la parroquia madrileña de Vicálvaro y se ha conseguido que el Arzobispado de Madrid lo aparte casi 40 años después de aquellos detestables hechos.