La Policía Nacional de Salamanca ha requisado dos catanas a un hombre de 34 años, que padece esquizofrenia, después de varias llamadas alertasen de que este joven portaba el arma por la vía pública y a la vez profería gritos amenazantes. Además, otros vecinos de la zona del centro manifestaron que el hombre se encontraba en un balcón de una vivienda y continuaba clamando gritos intimidatorios.
Los agentes se desplazaron hasta el lugar y observaron a un hombre en el balcón del primer piso, quien aseguraba que el portador de la catana era una tercera persona que se había marchado. La Policía Nacional llama a su vivienda y al entrar localiza en el suelo del salón dos catanas, que el hombre reconoce de su propiedad y que espontáneamente manifiesta haber bajado a la calle porque había escuchado unas voces que así se lo ordenaban. No obstante, el hombre señala que es esquizofrénico y que no ha tomado la medicación que se le ha prescrito.
Ante estos hechos, los agentes solicitan la presencia del servicio médico y se decide su traslado a la Unidad de Psiquiatría del Hospital de Salamanca, donde queda ingresado a la espera de un diagnóstico definitivo.