Estos días atrás, un sueño que comenzó hace años se hizo realidad en Salamanca: la exhibición de la familia Doryoku tuvo lugar en el centro monumental de la capital charra.
La Plaza de Anaya, escogida por el Ayuntamiento de Salamanca, fue el escenario perfecto para demostrar que este deporte está ganando cada vez más reconocimiento en la sociedad salmantina. La ocasión fue la clausura del programa deportivo de las Ferias y Fiestas 2023, demostrando que Salamanca apuesta decididamente por el deporte. La exhibición de Yudo fue, sin lugar a dudas, uno de los eventos más destacados y exitosos de esta celebración.
A pesar de las lluvias que hicieron su aparición desde primera hora, el público y los participantes mantuvieron la esperanza de que el clima mejoraría para el evento. Y así fue, con la plaza repleta de espectadores y ocho yudocas, cinturones negros del Club, comenzó una exhibición de Yudo y acrobacias que cautivó a todos los presentes.
Preparar una exhibición de Yudo de esta envergadura es una tarea que requiere años de práctica y perfeccionamiento. Los yudocas deben coordinarse meticulosamente para llevar a cabo figuras de acrosport, saltos y caídas sincronizadas, así como técnicas avanzadas. Hubo momentos que mantuvieron al público con la respiración contenida y otros que provocaron un estallido de aplausos y una ovación final.
Lucía Álvarez, Cristina Rodríguez, Sara Hernández, Víctor Hernández, Víctor Martín, Héctor Rodríguez, Carlos González y Carlos Eguiluz son los auténticos protagonistas que dedicaron esfuerzo, concentración y pasión para llevar a cabo esta espectacular exhibición.
Después de la exhibición, los cinturones negros ofrecieron una clase de Yudo a los niños y niñas presentes. Para muchos de ellos, fue su primera experiencia en un tatami, mientras que otros ya practican este deporte en los centros del Club Doryoku. Todos terminaron el día con una sonrisa y la sensación de haber avanzado en su camino hacia el ansiado cinturón negro.