¿Quién no ha degustado un buen cocido con sus garbanzos? ¿Quién no ha comido un guiso de 'cuaresma' con garbanzos o bacalao? O, simplemente, degustar una ensalidata de garbanzos con cualquier otro acompañamiento. Pero no todos los garbanzos son iguales, cuecen igual o tienen el mismo sabor. Por eso, ¿has degustado el garbanzo perfecto?
Dicen que su nombre genérico es Cicer arietinum L. Es un garbanzo de pequeño tamaño y de forma casi esférica, con tegumento liso y línea de separación de los cotiledones bien marcada. Su pico es pequeño y agudo, y su color amarillo-naranja. De sabor muy característico, destaca por la finura de su piel y albumen. Estas son las características técnicas, por así decirlo, de esta legumbre que se cultiva en una zona muy especial de la provincia de Salamanca, la Armuña.
Según la tradición, parece ser que el nombre 'pedrosillano', utilizado en otras regiones para nombrar al garbanzo de pequeño tamaño, le viene del municipio armuñés de Pedrosillo el Ralo, núcleo principal de la producción de esta legumbre. La zona de cultivo se encuentra concentrada en los municipios limítrofes con Pedrosillo el Ralo, situados en el corazón de la comarca de la Armuña, al noroeste de la provincia de Salamanca.
Las formas de cultivo son similares a las que se practican para otros tipos de garbanzo: se cultivan después de un cereal, alzando la tierra con suficiente profundidad, dado que tiene un sistema radicular bastante extenso. La siembra es primaveral: marzo – abril. Durante la evolución del cultivo debe mantenerse el terreno libre de malas hierbas y prestar especial cuidado en situaciones de humedad o calor excesivos.
El Garbanzo Pedrosillano
Los garbanzos pedrosillanos son la variedad más pequeña de todos los garbanzos que se cultivan en España. Estas legumbres destacan por su sabor característico muy intenso y por su integridad en los guisos. Los garbanzos pedrosillanos absorben mucho liquido (100% respecto a su volumen y peso) y una vez cocidos, conservan su forma íntegra, no se abren y no pierden el hollejo. Son ideales para muchos platos de gourmet, son apreciados tanto por su excelente comportamiento durante la cocción, como por sus excepcionales características nutritivas.
El garbanzo pedrosillano se utiliza en todo tipo de cocidos (maragatos, madrileños…), en potajes y en ensaladas. Otros nombres del Garbanzo Pedrosillano son garbanzo pequeño, garbanzo Vulcano, garbanzo de Pedrosillo, garbanzo sirio, garbanzo B90.
La fama del garbanzo de Pedrosillo llega hasta el punto de que, en otras partes de España, se conoce como Garbanzo Pedrosillano a otras variedades de pequeño tamaño. Para mantener ese nivel y garantizar un producto de primera calidad de forma regular, en 2011 se aprueba la Marca de Garantía Garbanzo de Pedrosillo, que vela por su pureza y no confundir esta legumbre autóctona con cualquier otro garbanzo
Al igual que la lenteja de la Armuña, no se vende a granel. Siempre aparece envasado, con el logotipo característico y con la etiqueta numerada del Consejo Regulador que garantiza el origen, la calidad y el compromiso de una tierra que se vuelca con producción.
En la actualidad, es difícil no encontrar un plato de garbanzos en las cartas de los restaurantes de la provincia. Tanto en sus versiones más clásicas como en apuestas un poco más modernas, esta legumbre se posiciona como uno de los grandes tesoros gastronómicos del territorio salmantino.