Medio centenar de personas rindieron homenaje este domingo a los 143 ajusticiados hace más de ocho décadas frente a la tapia del cementerio de Salamanca por el "vengativo régimen franquista", así como al resto de víctimas de "aquella maldita guerra", en palabras del presidente de la Asociación Salamanca Memoria y Justicia, Julio Fernández, quien condujo hoy un sencillo acto ante la escultura realizada por José Luis Pinto justo en el lugar en el que cayeron los cuerpos fuera del camposanto salmantino.
El acto contó con la presencia, además, de algunos de los familiares de los allí asesinados, además de otros miembros de la asociación organizadora y una nutrida representación del PSOE municipal con su portavoz, José Luis Mateos, a la cabeza, quien estuvo acompañado este mediodía por otros ediles y cargos orgánicos socialistas de la ciudad. También estuvo, y quiso intervenir, el artista, quien tomó la palabra para cerrar el acto.
Antes, el presidente de la ASMJ recordó a los 142 hombres y una mujer, Anunciación Casas Cerezo, que fueron fusilados allí mismo entre 1936 y 1940 por defender los ideales de "igualdad, libertad, fraternidad, democracia y justicia" que se consagraron, según manifestó, con la Segunda República. "Fueron condenados sin un juicio justo y asesinados al amanecer y, ahora, sus descendientes siguen reclamando justicia, reparación y dignidad", añadió, Julio Fernández, concluyendo que "la memoria es recuerdo vivo del horror de un régimen cruel y asesino, como el franquista".
A continuación tomó la palabra Ramón Hernández Garrido, cuyo abuelo materno, abogado, fue asesinado allí a los 53 años junto a su sobrino, administrativo de profesión, quien perdió la vida del mismo modo con tan solo 28. El familiar quiso recitar un poema del escritor César Vallejo en memoria de sus familiares, y también del resto de víctimas. Más tarde, María Vicente recordó un episodio concreto con 15 fusilados acusados de adhesión a la rebelión y se preguntó, de forma retórica, "¿quién fue quien se rebeló contra un gobierno elegido legítimamente?".
En último término se expresó el escultor José Luis Pinto, autor del memorial, titulado ‘Tiro de gracia’, que recuerda frente a la tapia trasera del cementerio de Salamanca a los 143 con tres siluetas que yacen en el suelo, representando los cadáveres tras los disparos. Agradeció, en primer lugar, a la ASMJ por haber estado "peleando siempre porque el olvido sea cada vez menos olvido" y recordó que "también hay quien está peleando ahora mismo por qué no haya memoria".
Además, el artista recordó el "disgusto" que se llevó al comprobar el sitio exacto en el que se habían producido las muertes cuando se puso manos a la obra con el proyectos porque, según denunció, se dio cuenta de que "se había tratado de ocultar lo que había sucedido aquí", sin ninguna referencia y una retahíla de árboles y tierra. "Y se pudo hacer, de casualidad, porque cierto partido estaba en minoría, no por otra cosa", concluyó.