A tiro de piedra de Ituero de Azaba y de La Raya se encuentra la finca ganadera “Los Labraos”, el legado que el gran torero albaceteño dejara a la familia por estas benditas tierras salmantinas, además de los negocios de carretera (estaciones de servicio y hostelería, estos con el nombre de “La Pedresina”, el pase de muleta que causó tanta admiración en el mundo del toreo por los años 50 y 60).
Visitamos los cercados
Con el hijo de Pedrés y Julián Tavarez, el veterano mayoral de la ganadería desde hace 36 años, visitamos los cercados y posteriormente, para resguardarnos de la lluvia, la entrevista con Pedro Martínez Jareño, (economista y responsable de la administración de los bienes de la familia desde muy joven) la hicimos en el salón principal de la casa; donde abundan los recuerdos y es un auténtico santuario taurino dedicado al maestro Pedrés.
Martínez Jareño nos habló de su padre, el gran Pedrés:
“Una pregunta muy amplia de todo lo que se podía decir de mi padre como persona, como ganadero, como empresario; una persona de una dimensión amplísima, la mejor persona que he conocido, una persona buena, mi padre”.
El hijo del gran torero albaceteño recordaba los inicios ganaderos: “Bueno, pues mi padre, que había sido figura y matador de toros, ya tenía la finca que la compró aquí, a orillas de la Ribera de Azaba, entre Ituero de Azaba y Espeja. La finca “Los Labraos” estaba dedicada a ganado de carne y cochinos ibéricos, pero fue a comprarle una partida de vacas mansas al “Raboso” (José Matías Bernardos) y la sorpresa es que se vino con una partida de vacas bravas y un semental…
Él siempre dijo que el toro se lo había dado todo, y que algo le tenía que dar al toro. Y bueno, la ilusión de ser ganadero, que es la que ha mantenido siempre”.
El campo de “Los Labraos” está de un verde intenso, las últimas lluvias han permitido llenar las remas de los frondosos quejigos, robles y encinas que llenan el horizonte. Los marranos, plenos de bellota, y los bravos se acercan al coche con familiaridad. Pedro nos comentaba: “Dicen que la bellota de esta zona es de las mejores”.
El ganado bravo es de procedencia Domecq, vía Aldeanueva (“Raboso”) aunque según el experto y gran aficionado francés, André Viard, comentó en 2014 en un reportaje sobre la ganadería:
“Es Domecq sin serlo, puesto que se trata más bien de un Domecq arcaico, anterior a la aportación de Lancero de Núñez. Con lo cual, Aldeanueva es más Pedrajas que otra cosa. Un encaste que siempre resultó complicado”...
La ganadería se creó en 1999 a través de la Agrupación. Posteriormente, desde 2009, pertenece a la Unión con el nombre de Ganadería Hermanos Martínez Jareño. En la actualidad, su denominación es Pedrés, con divisa blanca y rosa, con el logo de la M y el estoque.
También habló Viard de Julián Tavarez, el mayoral de la casa, al que nosotros le tenemos un gran aprecio junto a su esposa María Ángeles. De Julián dijo Viard en el citado reportaje de 2014:
“Julián, el fiel mayoral que entró en Los Labraos con veinte años y ahora tiene el doble, conoce todas las trampas de las cien vacas que cuida con cariño, como si fueran suyas. No en vano, de alguna manera lo son. «Esto es un oficio muy duro, muy sacrificado. Aquí el ganado come todos los días: no hay domingo, no hay día libre. Esto sólo se puede aguantar si te gusta el campo y el bravo».
Por supuesto, ambas cosas le gustan a Julián. Pero, seguramente, lo que provoca que se sienta tan a gusto en una situación donde otros se deprimirían es su relación con el maestro, «el Jefe Grande», como le llama. «Llegué siendo un crío y, desde el primer día, el maestro me habló de usted, con mucho respeto, pidiéndome muchas veces mi opinión. Hasta no hace tanto tiempo, me mandaba encerrar seis vaconas de éstas y las tentábamos entre los dos. Él a pie, yo picando ¿Pa'qué queremos a más gente?, decía”…
El hijo de Pedrés y de Teresa Jareño, también nos comentó sobre la variedad de ganado que pasta en la finca:
“Tenemos unas 250 cabezas de ganado bravo, y lo complementamos con ganado manso y marrano de montanera, que al fin y al cabo es una finca de monte, que es el consejo que le dio su padre, (mi abuelo Joaquín), que no comprara una finca de labor, que invirtiera una finca de monte. Y es lo que hizo. Claro, una ganadería brava, económicamente es inviable, y la tienes que compaginar con otras pautas”.
El semental burraco y gargantillo
Cuando llegamos al cercado de las vacas madres descubrimos a un toro viejo (11 años), de nombre “Campanillero”, de la familia de las “Macarenas”. Es un animal bajito, con unas magníficas hechuras, bien armado, con prominente morrillo y culata. Un “tío” en el argot taurino. “Campanillero” “atiende a las vacas”, y es uno de los siete sementales de la casa.
El ganadero también nos habló sobre la temporada que acaba de finalizar y la de 2024:
“Podemos hacer un balance positivo de esta temporada, porque han salido grandes novillos en Calasparra, otro novillo bueno en Parentís (Francia). En Bargas (Toledo), en una corrida televisada por CMM, salieron cuatro toros generosos con los toreros. En El Tiemblo también hubo tres o cuatro toros buenos. Siempre hay que exigir más, porque siempre te gustaría que tuvieras mejores resultados, pero sí, el balance de 2023 es positivo.
“La de 2024 -comentaba Pedro- se presenta más corta de camada por la pandemia. Tenemos de saca una corrida de toros y entre tres y cuatro novilladas pueden salir”.
También nos habló el ganadero sobre la exigencia para los animales en los tentaderos:
“Pues a raíz de la crisis que hubo en la construcción, y con todos los problemas añadidos, se ha hecho mucha selección. Y, efectivamente, en los tentaderos intentamos exigir mucho antes de aprobar una vaca, antiguamente dudosas, las aprobabas. Ahora no, intentas seleccionar más y ser más exigente en el tentadero.
Finalmente, el hijo de Pedrés, con mucha sensatez, opinaba sobre el estado de actual de la tauromaquia:
“Pues con ciertos problemas, ciertos problemas de apoyo social, político y de apoyo popular. Pero, sí es verdad que últimamente veo que va más gente joven a las plazas de toros, como que hay una recuperación. Este es un espectáculo de masas, pero existen muchos espectáculos de masas donde la gente puede elegir para ir. Pero bueno, entre todos tenemos que poner nuestro granito de arena para que esto vaya para adelante”.
Tras finalizar la entrevista para Grana y Oro, (emitida este fin de semana en Cyltv), y El Español) recorrimos la casa donde se guardan y se exhiben todos los recuerdos del gran torero que fue el maestro Pedro Martínez “Pedrés” (†), del cual, junto a su esposa Teresa Jareño, mi paisana de Villarrobledo, estamos esperando la entrega de un libro dedicado a ellos: “Teresa y Pedrés, en el arte y en la vida”.
Gracias por atendernos y por la generosidad y hospitalidad mostrada durante nuestra visita. Y felicidades para Yorlys y Pedro, que acaban de bautizar a la última nieta de dos grandes: Teresa y Pedrés. Se llama Candela y es preciosa.