La Delegación del CSIC en Castilla y León, en colaboración con la Asociación de Diabéticos de Salamanca, organiza hoy, martes 21 de noviembre de 2023, el Coloquio ‘Investigación y futuro en diabetes’, con Germán Perdomo, investigador del Instituto de Biomedicina y Genética Molecular de Valladolid (IBGM, centro mixto del CSIC y la Universidad de Valladolid). Esta actividad, dirigida al público en general, se enmarca en la Semana de la Ciencia del CSIC y tendrá lugar en el Centro Municipal Julián Sánchez El Charro de Salamanca a las 19:30, con entrada libre hasta completar aforo.
En este encuentro, el experto del IBGM explicará la diabetes mellitus de una manera sencilla y con ejemplos cotidianos, tratando de concienciar sobre la importancia de esta enfermedad, que afecta a más de 500 millones de personas en el mundo. Desde que hace un siglo se descubrieron la insulina y el glucagón, hormonas que regulan los niveles de glucosa, se ha avanzado mucho en el diagnóstico y el tratamiento, pero la curación sigue siendo una tarea pendiente y la sociedad en su conjunto se enfrenta a muchos retos.
“La diabetes se explica en el contexto de la epidemia de obesidad que tenemos, pero hay que tener en cuenta que muchas personas con sobrepeso no la sufren y que otras con peso normal, sí”, comenta el investigador en declaraciones a DiCYT. Por eso, considera muy probable que haya factores ambientales que aún no se conocen bien y que pueden tener un papel destacado.
Perdomo comenzará por aclarar las diferentes facetas de la enfermedad. En la diabetes tipo 1, el páncreas del paciente no produce suficiente insulina. “El páncreas es como el termostato que regula la temperatura en casa introduciendo aire frío o caliente para mantener la temperatura”, explica. En este caso, “se encarga de regular la cantidad de glucosa que hay en la sangre”, pero cuando las células que producen la insulina no funcionan, no cumple su función. Así, “acumulamos mucha glucosa en la sangre y esto causa numerosos problemas de salud”.
En cambio, la diabetes tipo 2 “es como una llamada de móvil”, pone como ejemplo. Hay una persona que emite la llamada y otra que la recibe, “pero a veces, la comunicación es defectuosa y la segunda no comprende el mensaje completo”. Eso es lo que ocurre con la denominada “resistencia a la insulina” en los órganos de un paciente con este tipo de diabetes, ya que “no están recibiendo el mensaje y no saben lo que tienen que hacer”. Es decir, que la glucosa no llega hasta las células y se acumula en la sangre.
Tecnología y fármacos
El investigador del IBGM tratará de mostrar los avances frente a la diabetes. No obstante, “no podemos hablar del futuro sin analizar los avances de estos últimos 100 años, porque ha habido una evolución tecnológica y una revolución científica”, afirma. Por eso, hoy ya es una realidad el páncreas artificial. Este dispositivo permite “sustituir una de las funciones de nuestro páncreas, la de secretar insulina cuando hay un exceso de glucosa en nuestra sangre”. Para ello, un sensor monitoriza de manera continua cuánta glucosa hay en la sangre y le envía la información a una bomba que inyecta esta hormona en el paciente de forma automática cuando es necesario. Además, ya se está desarrollando el “páncreas bioartificial”, que usa células secretoras de insulina.
Por otra parte, también hay importantes avances en cuanto a la medicación. “Existe una nueva generación de fármacos que realizan tres funciones: reducir el apetito, reducir el peso e incrementar la capacidad del páncreas de secretar insulina”, explica Perdomo. Al tratarse de un solo producto, el paciente no necesita tomar diferentes medicamentos. Además, esta estrategia está logrando “efectos prolongados en el tiempo”.
Generar más conocimiento
Perdomo destaca la importancia de generar conocimiento para poder alcanzar todos estos avances. Su grupo de investigación del IBGM trabaja en esa línea y recientemente, en colaboración con químicos, ha conseguido sintetizar una nueva molécula que es capaz de mejorar la secreción de insulina por parte del páncreas. Así lo ha demostrado in vivo, en el laboratorio, y en modelos animales que reproducen la enfermedad. Esa nueva molécula es un potencial fármaco para los pacientes diabéticos.
En la búsqueda de soluciones más efectivas, este experto considera que “el mundo de la diabetes se dirige hacia la medicina personalizada”. En ese camino ya están contribuyendo todo tipo de investigadores: ingenieros, informáticos, farmacólogos y biólogos, entre otros. Sin embargo, todos los profesionales sanitarios, los educadores, las asociaciones de pacientes e incluso las instituciones públicas pueden ayudar a mejorar la vida de las personas con diabetes. “El futuro está en nuestras manos”, asegura.