El cambio climático, a pesar de los negacionistas, hace referencia a la variación a largo plazo de las temperaturas y los patrones climáticos del planeta, atribuida principalmente a la actividad humana, en especial, al uso de combustibles fósiles.
En una píldora formativa, el biólogo Raúl de Tapia, director de la Fundación Tormes EB pone el foco sobre las múltiples ventajas que la vegetación urbana aporta a la vida en la ciudad, centrándose en el ejemplo de Salamanca, hace un recorrido por estos beneficios entre los que destacan su capacidad para mitigar los efectos del cambio climático y favorecer la biodiversidad urbana.
Ver los árboles y la vegetación que nos rodea con una mirada más amplia, más allá de su componente ornamental para ser conscientes de todos los beneficios que nos aportan, es el objetivo con el que el Ayuntamiento de Salamanca ha editado este nuevo vídeo formativo.
Mediante un itinerario por la ciudad, Raúl de Tapia recorre distintos puntos de Salamanca mostrando datos desconocidos de los árboles con los que compartimos espacio. Este trayecto para en lugares como la plaza de Santa Eulalia, donde el biólogo enfoca su atención en los rosales, que aportan una gran belleza pero que también cumplen la importante función de hacer de tamiz del dióxido de carbono procedente del tráfico cercano.
La vegetación es una gran aliada para mitigar los efectos perjudiciales de la contaminación y otro de los ejemplos que nos muestra el vídeo es el de los alcornoques. Estos árboles tienen una corteza en la que priman los tonos grisáceos pero, en distintos puntos del entorno urbano, donde se encuentren más cercanos a los gases de los tubos de escape, su corteza aparece ennegrecida y podemos apreciar cómo, cuando tienen arbustos alrededor, ese tono negro es mucho menor. Estos ejemplos son una muestra, según explica Raúl de Tapia, del papel que tiene la vegetación como indicadores de la calidad atmosférica y verlos como elementos de protección y prevención de enfermedades para la ciudadanía.
Otro de los aspectos que aborda el vídeo es la importancia de los espacios de calma y sosiego que generan las zonas vegetadas. El ruido es un problema para nuestra salud y el arbolado ejerce de pantalla acústica y genera un entorno grato que favorece el bienestar físico y emocional, desempeñando una importante labor para luchar contra el estrés y la ansiedad.
Como ejemplo de este tipo de espacios existentes en la ciudad de Salamanca, el biólogo se detiene en el Parque de los Jesuitas, donde explica cómo no solo las personas buscamos este tipo de oasis de calma, sino que las aves también lo hacen. El vídeo hace referencia al estudio de la bióloga salmantina Natalia del Castillo, quien revela que este enclave verde cuenta con 36 especies de aves durante el año, solo superado por el Parque de Huerta Otea, que acoge una cifra de hasta 53 especies debido a la influencia del río Tormes. Según se destaca en el audiovisual, el Parque de los Jesuitas tiene su origen en un antiguo huerto y hoy en día conserva muchos árboles frutales que atraen aves en busca de alimento y también a insectos polinizadores siendo, por tanto, un elemento muy importante para la promoción de la biodiversidad.
Aislantes naturales contra el frío y el calor
Otro de los grandes beneficios que aportan los árboles a la ciudad es su capacidad para refrescar el aire y crear humedad. En este sentido, el vídeo incluye un plano secuencia en el que se puede apreciar la diferencia de temperatura entre el asfalto y las zonas naturalizadas y también entre los espacios que están a la sombra de un árbol y los que no, mostrando una diferencia de más de 12 grados. Raúl de Tapia destaca cómo colocarnos bajo un árbol en días de altas temperaturas nos va a permitir tomar conciencia de la diferencia de sensación térmica entre zonas arboladas y las que no lo están, creando islas climáticas que nos proporcionan bienestar.
La hiedra es otra de las especies vegetales destacadas en el vídeo, con su capacidad para aislar el frío y el calor en los edificios, convirtiéndose en una Solución Basada en la Naturaleza para ahorrar energía y generar confort y, además, una forma de promover la continuidad de la red de infraestructura verde.
Para terminar, el audiovisual se detiene en los álamos blancos y su capacidad para albergar distintos tipos de líquenes y ser hogar de aves como el Agateador común y cómo tantos estos árboles como los chopos, son especies que tienen su origen en las riberas del río Tormes pero también están presentes en otros barrios de la ciudad, lo que permite la conectividad ecológica, posibilitando un corredor para la fauna que hace que sus beneficios se extiendan por todo Salamanca.
La conclusión final de este vídeo resume todas las funciones que cumple el arbolado: estéticas, de atemperamiento, pantalla de contaminación, reducción del impacto acústico, beneficios psicológicos e incluso como herramienta de educación y nos invita a ver los árboles y arbustos de Salamanca como aliados de la salud y de la biodiversidad. Suponen parte fundamental de la infraestructura verde urbana de Salamanca y la ciudad seguirá desarrollando esa infraestructura verde que necesitamos para vivir de una forma cómoda, tranquila y saludable.