Fortificaciones de Frontera, memoria de tiempos de guerra
Ciudad Rodrigo, San Felices de los Gallegos, Aldea del Obispo y Almeida (Portugal) conforman esta importante ruta patrimonial y natural
4 febrero, 2024 07:00En una Europa sin fronteras resulta idónea ocasión para proponer esta ruta transfronteriza, que recorre antiguos territorios de batalla, unidos hoy en un único espacio global que mantiene sus riqueza individual y colectiva. Como hilo conductor del recorrido se han elegido aquellos conjuntos defensivos que presentan sus construcciones rasgos y elementos de la ya denominada arquitectura militar abaluartada vigente en el diseño bélico de los siglos XVII y XVIII.
Este espacio transfronterizo trae a nuestra memoria tiempos de guerras y enfrentamientos, en donde la frontera hispanolusa se desplazaba hacia un lado y otro, según las batallas. Esta situación de conflicto continuo provocó la defensa de esta zona rayana, levantando una serie de fortificaciones que protegieran a ambos reinos.
Desde épocas remotas, el hombre ha sentido la necesidad de proteger sus bienes y dominios a través de impresionantes obras de fortificación, que hoy, solventadas las arcaicas cuestiones fronterizas, se han convertido en hitos monumentales e históricos de primer nivel.
En el territorio occidental de la provincia de Salamanca y zona centro portuguesa nos encontramos con algunos de los ejemplos más sobresalientes, por su antigüedad y belleza, de estas fortalezas históricas, que son el reflejo de los avatares más destacados –desde la Prehistoria hasta la Guerra de la Independencia–, protagonistas de la Historia de este sector de la frontera.
Un viaje por castros del siglo V a. C., castillos y murallas de la Edad Media, hasta los fuertes y baluartes del siglo XVIII. En todos ellos, gracias al amplio programa de actuaciones efectuado por la Fundación del Patrimonio Histórico de Castilla y León con ayuda financiera de la Unión Europea, es posible visitar y participar activamente en el descubrimiento del desarrollo histórico, evolución arquitectónica o arqueológica de estas antiguas fortalezas, que son, hoy más que nunca, Punto de Encuentro.
Ruta de las Fortificaciones
Ciudad Rodrigo, San Felices de los Gallegos, Aldea del Obispo y Almeida (Portugal) son las localidades que integran la Ruta de las Fortificaciones de Fron- tera. La visita a los centros y au- las creados por la Fundación nos acerca a los ejemplos más sin- gulares y destacados de la his- toria y arquitectura militar en es- ta zona de la frontera.
El Centro de Interpretación de la Ruta de las Fortificaciones de Frontera está ubicado en el exterior de la muralla de Ciudad Rodrigo. Ocupa los cuerpos de guardia de San Pelayo y del Conde (junto a las puertas del mismo nombre), situados en el paseo de Fernando Arrabal. El Centro además abarca el tramo del paseo comprendido entre ambos edificios,
El recorrido fue puesto en marcha por la Fundación del Patrimonio Histórico en el verano de 1999, como impulso al turismo de esta comarca salmantina. El número de viajeros aumenta por miles los datos respecto al año anterior. Entre los visitantes nacionales, al margen de los castellanos y leoneses, que son los más numerosos, destaca la afluencia de madrileños, seguidos por valencianos, vascos y catalanes. Entre los visitantes ex- tranjeros, un importante número procede de Portugal y Francia, aunque también realizan la ruta ciudadanos ingleses, italianos, alemanes, belgas, estadounidenses y latinoamericanos.
Además, está el aula histórica de San Felices de los Gallegos, que recoge información sobre la villa, su historia y los principales conflictos bélicos en los que ha tomado parte.
Mientras que en el Centro de Interpretación de la Ruta de las Fortificaciones de Frontera de Ciudad Rodrigo, la Fundación del Patrimonio Histórico ofrece al visitante un recorrido por la historia de la comarca y de algunas localidades portuguesas cercanas, a través de la evolución de las construcciones defensivas y de los avatares militares de estas tierras, en tres centros, desde el Cuerpo de Guardia de la Puerta del Conde de la muralla mirobriguense, pasando por el Paseo de las Guarniciones, hasta llegar al Cuerpo de Guardia de San Pelayo.
Situada en un edificio de la plaza Mayor, el Aula Histórica de Aldea del Obispo se conci-bió como complemento a la visita del Real Fuerte de la Concepción, para mostrar cómo se construyó y explicar la azarosa historia política y militar de estas tierras fronterizas.
Baluartes, revellines, falsabragas, escarpas, fosos, glacis… hasta los más sencillos ele- mentos defensivos. Así, encontramos las ciudades fortalezas que organizan el nuevo territorio bélico, en una mezcla de las artes de guerra y los nuevos conceptos del desarrollo urbanístico, tales como Ciudad Rodrigo y Almeida.
Además, el atractivo de la Ruta de las Fortificaciones supera el meramente arquitectónico, pues discurre por un entorno natural privilegiado.