La conversión de la carretera CL-510 en autovía autonómica, concretamente el tramo que une Salamanca con Alba de Tormes, se ha convertido en la eterna promesa en todos los programas del PP, tanto en el ámbito regional como en el local. Cabe recordar que fue un compromiso que hizo la Junta de Castilla y León en 2009, y su ejecución fue incluida en el Plan Regional Sectorial de Carreteras 2008-2020. Pero lo cierto es que han pasado quince años desde que se prometió y cuatro desde que ese Plan llegó a su fin, y la carretera sigue igual, "en las mismas condiciones o incluso peor", ha denunciado el diputado provincial socialista Mario Cavero.
La conversión en autovía de esta carretera, "que salga ya del cajón de los incumplimientos y de la falta de compromiso de la Junta para con Salamanca, será una de las tres mociones que el PSOE llevará para su debate y aprobación” ha declarado Cavero.
Decir que esta es una carretera que soporta una gran densidad de tráfico todos los días de la semana, y es un eje fundamental en el desarrollo económico y logístico de la comarca y la provincia, más cuando Alba de Tormes se ha convertido en un centro esencial en el turismo religioso, al acoger en el convento de las Madres Carmelitas el Sepulcro de Santa Teresa.
Además, los socialistas también se oponen al anuncio hecho por el Gobierno de Mañueco "de rechazar y abandonar" el proyecto de autovía para convertirlo en un proyecto piloto de una carretera de tres carriles para ambos sentidos, o lo que es lo mismo, "en algo que no solucionaría el problema de movilidad, tampoco el de la siniestralidad que se ha duplicado en el último año, y que dejaría que Salamanca continuara marginada por parte de la Junta y sin tener un solo kilómetro de autovía autonómica".
La exigencia para que la Junta haga realidad "lo que tantos y tantos años lleva prometiendo", viene acompañada con la demanda, aprobada por unanimidad por el Consistorio de Alba de Tormes, para acometer la construcción de un nuevo puente sobre el río Tormes a su paso por esta localidad, en sustitución del único existente, de época medieval y que presenta grandes deficiencias, capaz de acoger con garantías el tráfico rodado muy especialmente el de camiones pesados y de gran tonelaje.