Unos 300 agricultores y 20 tractores se manifestaron hoy miércoles frente a la planta de bioetanol de Babilafuente (Salamanca), según cifras de las organizaciones convocantes Asaja, Coag, UPA y UCCL, para ”escenificar la realidad que están pasando los agricultores del cereal, con empresas que están comprando productos por debajo del precio de producción” según explicó el presidente de Asaja Salamanca, Juan Luis Delgado.
Criticó que hay empresas comprando el maíz a 200 euros la tonelada, cuando el coste de producción está por encima de los 260 euros. Por ello, el secretario provincial de UPA, Carlos Sánchez, afirmó que “las administraciones tienen conocimiento, y si no, les vamos a decir nosotros que se está comprando productos por debajo del precio de producción”. Por su parte, el secretario de UPA anunció que las organizaciones agrarias van a presentar una denuncia ante la Dirección General de la Junta que se encarga de la Ley de la cadena alimentaria así como ante el Procurador del Común y el Defensor del pueblo”.
El coordinador provincial de COAG, José Manuel Cortés, comentó que “la negociación no pinta bien” y exhortó a los agricultores a seguir movilizándose. Añadió que “es inadmisible” que en las negociaciones con el Ministerio se hable de un aplazamiento a la obligatoriedad de rotar productos para poder cobrar la PAC.
Por último, el coordinador de UCCL, Herminio Velasco, resaltó que “no se pueden traer, por ejemplo, tomates de Marruecos donde usan pesticidas que aquí hace 40 años que no se emplean”. Por ello, reclamó a los ciudadanos a que se fijen “claramente” en la procedencia de los productos y consuman productos españoles y europeos frente a los de terceros países.
Por otro lado, el presidente de Asaja Salamanca comentó que el objetivo de estas manifestaciones es “salvaguardar la viabilidad de las explotaciones agrícolas y de los productos europeos”. En este sentido, criticó que “no se nos está haciendo mucho caso por parte del Ministerio, Europa o las consejerías de agricultura”. Además, reivindicó que hay que “cambiar la política medioambientalista para que se convierta en un pacto de soberanía alimentaria para que Europa tenga productos de calidad y no tengamos que depender de terceros países”.