La lluvia parecía dar un respiro en Salamanca dejando que saliera la procesión de Nuestro Padre Jesús Nazareno y Santo Entierro. Pero ha sido un espejismo. Tan solo media hora ha podido estar por las calles de la capital dado que la lluvia no tardaba en volver a aparecer.
Los cofrades salían puntuales y los fieles ya llevaban casi una hora esperando a las puertas y confiando en que la borrasca Nelson diera una tregua. Pero no ha podido ser. Partían de la Iglesia de San Julián para continuar por la Plaza del Mercado y cuando se adentraban en la Plaza del Poeta Iglesias las primeras gotas se dejaban notar.
Por ello, han decidido tapar las tallas con plásticos y ponerlas bajo los arcos de la Plaza Mayor para que no se mojaran ni estropearan demasiado. Una procesión en la que ha estado presente el presidente de la Junta, Alfonso Fernández Mañueco, y el alcalde de Salamanca, Carlos García Carbayo.
Sin embargo, el chaparrón ha cesado y han podido continuar el recorrido por las calles de la capital.