Otra emblemática tienda de moda de Salamanca baja la persiana tras 64 años
Atrás quedan 64 años de atención al cliente de cercanía, en un establecimiento ubicado en la esquina de la calle Pozo Amarillo
6 agosto, 2024 08:42Si la estampa que presenta la capital en los inicios de 1900 es la de una pequeña ciudad que cuenta nada más con 23.736 habitantes, asolada por epidemias, hambrunas, problemas de salubridad general –como la falta de un buen servicio de abastecimiento de agua y alcantarillado–, y una alta mortandad infantil, la verdad es que al llegar el año 1940 algo habían cambiado las cosas. Y eso se traduce en la prosperidad de la calle Pozo Amarillo, donde dice la leyenda que San Juan de Sahagún obró el milagro de salvar a un salmantino de ahogarse en el negro pozo.
Y en esa calle, que, por desgracia, va perdiendo su esplendor de tiempos pasados como tiendas tradiciones y bares, todavía viven establecimientos que han contribuido a poner guapos a los salmantinos en eventos tan importantes como bodas, comuniones y otros actos de etiqueta. Pero, como ocurre en el devenir de los tiempos actuales de grandes almacenes, internet y ventas a saldo 'made in China', uno de ellos echa el cierre después de 64 años abierto. Hablamos de Almacenes Ara, con su emblemático Ara Hombre.
José Ángel Angoso García, responsable de Ara, que es el diminutivo de Araceli, la hija del fundador, Ramón García, y madre de José Ángel, ya echa la cuenta atrás para bajar la persiana, ante el asombro y la tristeza de los muchos clientes de Ara, los emblemáticos almacenes de alta moda de Salamanca.
Todo comenzó en 1941 con la apertura de la tienda 'Tejidos Ara, Pozo Amarillo 18', como rezaba un anuncio en la prensa de la época. Según recoge un folleto editado por el Museo del Comercio, también recogía: "Hoy empezamos a regalar dos metros de sarga de seda para el forro de todo abrigo de señora que nos compren". Almacenes Ara iniciaba un brillante camino que, estos momentos, concluye con el fatídico cartel de 'Liquidación por cierre' en sus grandes y vistosos escaparates, que han sido el espejo de la moda local.
Una tienda que comenzó con cortes de paño, mantas, corbatas, camisas, toquillas, franelas y que se elevó hasta ser considerada una referencia en la moda de Salamanca. En sus inicios trabajaba bajo el nombre de 'Confecciones Ara', también se conoció como Almacenes El Barato y luego adoptó el nombre de 'Almacenes Ara'. El desarrollo de este comercio creció de la mano con la capital, el auge que experimentaba Salamanca en los años 50 también se tradujo en un buen momento económico para los negocios del centro. De hecho, en los años 60, este negocio llegó a contar con una plantilla de cuarenta personas y un edificio de hasta tres plantas.
José Ángel Angoso se jubila, y con él se marcha una emblemática marca de moda en la ciudad. Asegura José Ángel que "en estos tiempos todo ha cambiado en el sector de la moda. De gustar vestir bien un domingo, un festivo o en una celebración, a dar casi todo igual".
No son tiempos fáciles para el pequeño comercio de moda, pues actúan fuerzas difíciles de contrarrestar. La crisis se debe a una combinación de factores económicos, sociales y tecnológicos que afectan negativamente a estos negocios. Existen, entre dos, consustanciales a los nuevos tiempos. De una parte, las grandes cadenas de moda y las plataformas de comercio electrónico, que ofrecen una amplia variedad de productos a precios competitivos, lo que dificulta que los pequeños comercios puedan competir en términos de precio y variedad.
Como segundo factor, los cambios en los hábitos de consumo. Los consumidores han cambiado sus hábitos de compra, prefiriendo cada vez más la comodidad de las compras en línea. Además, las tendencias hacia el consumo rápido y los descuentos constantes hacen que los consumidores busquen siempre la opción más barata.
Para enfrentar estos desafíos, que cada vez son más complicados, los pequeños comercios de moda deben buscar estrategias innovadoras que les permitan diferenciarse, como la creación de una experiencia de compra única, la colaboración con diseñadores locales, la adopción de tecnologías digitales y la promoción de prácticas sostenibles. Además, el apoyo gubernamental y las políticas públicas que fomenten el desarrollo del pequeño comercio también son cruciales para su supervivencia. De lo contrario, a la vuelta de la esquina, tendremos muchos más carteles de 'liquidación por cierre', como acontece en este momento con la emblemática Ara Moda.