Primera corrida de la feria taurina de Guijuelo con toros de Capea y la presencia de un veterano, El Fandi, uno casi veterano Manzanares y un nuevo Diosleguarde. Seis toros que, en su conjunto, sirvieron para que algún matador más acompañara al matador granadino a salir por la puerta grande. Pero no. Unas veces por la espada, como Diosleguarde en el sexto, otras por falta de acoplamiento y pasividad, como Manzanares, el caso es que el veterano ya en estas lides, Fandila, encandiló al público de Guijuelo cortando cuatro orejas. En una tarde, por cierto, en la que abundaron los futbolistas, sobre todo del Salamanca C. F. UDS., con su capitán y gran aficionado a los toros, Antonio Amaro, al frente, y de CD Guijuelo.

El Fandi buscó desde el primer momento justificar su presencia en una feria que no le venía al caso. Y cumplió con honradez, ganas, honestidad y veteranía esa desconfianza inicial. Puso banderillas como en sus mejores tiempos, de una forma y de otra, en la sombra y el sol, y, cómo no, paró al toro de frente, ante la apoteosis local. Con la muleta anduvo listo y diestro en los dos toros, tirando de su veteranía y darle a cada animal la lidia que merecía y, al final, con dos buenas estocadas, cortó cuatro orejas y petición del rabo en el cuarto, ante la negativa, incomprensible, del presidente.

Digo incomprensible porque en el público la pidió, y siempre es soberano. No vamos a entrar en minucias de si estuvo mejor o peor con la muleta, que si distancias o tiempos. No. El toro necesita de gestos como el rabo para sacarlo de la crisis que vive. De atraer voluntades, de promocionar, de airear lo bueno, de apoyar a la feria de Guijuelo. De eso se trata, dejamos para otros lugares y otros días las disyuntivas técnicas. Aquí se trata de contentar al respetable.

El salmantino Manuel Diosleguarde pudo acompañar a Fandi en su salida a hombros, pero una horrorosa ejecución de la suerte suprema en el sexto, le impidió esa victoria. Diosleguarde va recuperando el tono que dejó a raíz de la cogida de Cuéllar. Se le ve con ganas, dispuesto, con voluntad y, con esas mimbres ejecutó los mejores naturales de la tarde en el tercero. Muy asentado mientras duraron las fuerzas del toro, y cuando esto ocurrió estuvo muy decidido en un arrimón muy meritorio. Pero pinchó... En el sexto, que no le dio ninguna facilidad, estuvo muy valiente y decidido el salmantino. Buscó y rebuscó el triunfo, pero los aceros le quitaron una oreja.

Manzanares pasó con más pena que gloria por Guijuelo, a pesar de la oreja del segundo. Se le nota abstraído, incluso hasta fuera y sin sitio. Con ciertas dosis de apatía. Eso sí, en el quinto arrancó algún muletazo muy estético. Y con la espada en el quinto fue todo un poema, de alguien que siempre se ha caracterizado por ser un buen estoqueador.

Los 'victorinos'

Importante corrida esta tarde en Guijuelo, con la presencia del hierro de Victorino Martín, que hace su presentación en el coso de Guijuelo, ya que, incomprensiblemente, está como 'vetado' en Salamanca. No comprendemos porqué motivo no viene más a menudo a La Glorieta. Algún día se sabrá.

Manuel Escribano -un auténtico conocedor de este encaste-, El Capea y José Garrido conforman una terna que, esperamos, de mucho juego.

FICHA DEL FESTEJO

Plaza de toros de Guijuelo. Primera de la feria. Casi lleno. Toros de El Capea, bien presentados y de noble juego en su conjunto, salvo el quinto y el sexto que fueron los más deslucidos.

DAVID FANDILA ‘EL FANDI’: dos orejas y dos orejas.

JOSÉ MARÍA MANZANARES: oreja y silencio.

MANUEL DIOSLEGUARDE: oreja y silencio.