Miles de personas se desplazan y desplazarán en coche desde Madrid a la ciudad de Salamanca, Patrimonio de la Humanidad por la Unesco. Un viaje de algo más de dos horas que precisa de una parada para descansar y coger fuerzas picando algo o comiendo. Y en este viaje hay un "clásico" conocido por los viajeros que lleva desde 1885 (siglo y medio), ofreciendo sus servicios (incluso un hotel hoy en día) en Peñaranda de Bracamonte (Salamanca). Siglo y medio de buena cocina y visitas ilustres a menos de 10 minutos de la A-50. Amplios salones y un menú del día algo superior a la media, pero que merece la pena. Es el 'museo del buen hacer': Restaurante Las Cabañas 'El tostón de oro', en Peñaranda de Bracamonte.

Un lugar perfecto para degustar comida de calidad. Su menú del día de 18 euros ofrece platos como la ensalada de gambas o atún. También se ofrece toscón o mollejas en un ambiente muy agradable gracias a su terraza y buen servicio. Aunque su plato más emblemático es el cochinillo asado, lo llevan elaborando desde hace más de un siglo y, el mismo, lo han degustado tanto personajes de la realeza, como el emérito Juan Carlos, su padre don Juan, o ilustres de las artes, de la música y del deporte, tales como Camilo José Cela, Catherine Hepburn o Vicente del Bosque.

La amplitud de su carta es estrictamente necesaria para un restaurante de este estilo, especializado en comida tradicional, donde también merece la pena probar su cordero al horno. El precio medio ronda los 30-45 euros con diferentes opciones de pago.

La acogedora decoración del restaurante hará que te sientas como en casa, la terraza es lo mejor del restaurante, es el restaurante de moda de las familias para sus encuentros como también para quienes desean degustar la excelencia de la gastronomía.

Tostón al horno, típico de Las Cabañas

Ensalada de bonito de Las Cabañas

En 1885 la señora Leandra abrió en Peñaranda de Bracamonte una modesta fonda, donde mercaderes y arrieros hacían un alto en el camino para disfrutar de un vasito de aguardiente o de unas rosquillas recién hechas. Ese incipiente negocio desembocó en la década de los sesenta en un restaurante, con recetas tradicionales que se conservan idénticas en la carta, entre ellas el sensacional cochinillo asado en horno de leña.

Las Cabañas continuó su evolución a lo largo del siglo XX, ampliando su oferta gastronómica e incorporando nuevos espacios que se sumaron al restaurante original, como un hotel de 20 habitaciones y un recinto para albergar bodas de hasta 500 comensales-.

Hoy en día este restaurante es regentado por los bisnietos de la señora Leandra, Gerardo y Vicente, el primero en los fogones, el segundo en la sala. Grandes personalidades han pasado por las instalaciones de Las Cabañas.

Salones de Las Cabañas