Las patatas bravas son uno de los platos más icónicos y populares de la gastronomía española, y en la ciudad de Salamanca hay un lugar que destaca por su interpretación de esta clásica tapa: el Bar Segundo.

Situado en el corazón de la ciudad, concretamente en la plaza San Juan Bautista, es conocido entre locales y turistas por servir unas de las mejores patatas bravas, un título consolidado a lo largo de los años gracias a la calidad y singularidad de su receta.

El Bar Segundo es uno de esos bares con encanto que parece estar ahí toda la vida, formando parte del paisaje salmantino. Fundado hace varias décadas, este pequeño y acogedor local conserva la esencia de la tradicional taberna española.

Las patatas bravas del Bar Segundo

En la fachada un cartel avisa: "Especialidad en patatas bravas". Lo que distingue las patatas bravas del Bar Segundo es la cuidada elaboración y el equilibrio de sabores. Podrían parecer unas bravas clásicas, pero al probarlas, hay algo especial.

La base del plato, las patatas, son fritas a la perfección. Se asegura de que queden crujientes por fuera y tiernas por dentro, algo que requiere precisión en la fritura y la elección de la variedad adecuada de patata.

Pero, sin duda, lo que eleva este plato es la salsa brava, que no es roja al uso. En lugar de optar por una salsa excesivamente picante o artificial, la receta se distingue por un sabor suave pero con el toque justo picantito.

Las patatas bravas del Bar Segundo han ganado popularidad entre los salmantinos, y también entre visitantes que llegan a la ciudad. Muchos turistas, recomendados por guías o por el boca a boca, hacen una parada para disfrutar de este plato tan español.

Además, también merece probar sus raciones inmensas a precio súper barato, de tortilla, croquetas o empanadillas, con una tapa ya se come bien.

Tapas enormes en el Bar Segundo