Muy curioso, por cierto, que se enseñasen tres tarjetas rojas en un mismo partido. Dos al CD Guijuelo -Ezkurdia, por doble amarilla, y Pana, roja directa- y una a la Gimnástica de Torrelavega. Es la rigurosidad de los árbitros, sin venir a cuento, como es el caso de Álvaro Sahelices Puga, que visto su historial, es muy tarjetero.
El CD Guijuelo hizo una inconmensurable y muy buena primera parte, con varias ocasiones para abrir el marcador, sobre todo en los primeros diez minutos. Fue el caso de Kike López en un contragolpe, solo ante el portero la tira fuera. O después un balón que se paseó por delante de la portería defendida por Iván Crespo, que nadie remató.
Los locales jugaban bien, se gustaban, había fluidez en las líneas, con el balón sacado bien jugado desde atrás. Destacar la soltura de Javi Hernández. Los cántabros, casi en todo el primer periodo, estuvieron a merced de los chacineros. Pudiendo marcharse al descanso con un par de goles en contra, si no fuera por los fallos.
Llegaba casi el final del primer tiempo y Ezkurdia, que estaba realizando un buen partido, remató a la red con la cabeza un centro que venía de la banda derecha. Era el premio a la constancia y al buen juego local.
En el segundo tiempo cambiaron las hormas. La Gimnástica se estiró y en varias ocasiones pudo conseguir un gol. En un caso fue Johan Guzmán quien lo impidió, con un balón que botó antes de llegar al cancerbero local, y, en otras ocasiones, la falta de suerte o puntería de los atacantes cántabros.
El caso es que el partido entró en un toma y daca y, en estas, en el minuto 57, Ezkurdia, que ya había visto una tarjeta amarilla en el primer tiempo, vio una segunda y tuvo que abandonar el campo, dejando a los locales con diez.
Toma medidas para corregir el planteamiento Mario Sánchez y da entrada, en primer lugar, a Mario Robles, para reforzar el medio campo al atrasar a Gonzalo Expósito al centro de la defensa, que lo hizo muy bien. Después, entra Pana, quien su misión es también presionar arriba a la defensa local. Pero poco dura en el campo.
Entró el gaditano de Ubrique en el minuto 71 y, en la primera jugada que interviene, un par de minutos después, recibe una tarjeta rota sin saber nadie a cuento de qué. No sabemos si el árbitro vio algo que nadie vio, pero la extrañeza fue máxima, con la grada gritando "fuera, fuera". Era la segunda roja de los locales.
Ya al filo del minuto 90, el visitante Álvaro Santana recibió otra tarjeta roja. Tampoco sabemos, en el momento de escribir esta crónica, cuál fue el motivo. Esperemos a ver el acta arbitral, para salir de dudas en todas las expulsiones.
Los últimos quince minutos del CD Guijuelo fueron de agonía. Defendiéndose muy bien como gato panza arriba. Pero, al final, lo que cuentan son los puntos, y el Guijuelo consiguió tres que, vista como está la clasificación de la Segunda RFEF, saben a gloria bendita, ay!