El ciclo de visitas guiadas ‘Viajero, yo te enseñaré Segovia’ que organiza Prodestur, el organismo de Turismo de la Diputación, continúa su andadura. En esta ocasión el programa se ha adentrado durante este fin de semana en la tierra de Cúellar, epicentro segoviano del mudéjar y en el Santuario de El Henar. La visita ha cobrado especial significado porque coincide con la celebración del Año Jubilar Henarense.
La treintena de participantes, guiados por Mariano García y Raúl Rascón, comenzó la visita precisamente en este templo barroco, presidido por la imagen de la Virgen de El Henar, patrona de los resineros y de la Comunidad de Villa y Tierra de Cuéllar.
Allí los visitantes comprobaron desde el exterior su aspecto sencillo y limpio de líneas. Tras visirtar la escalinata coronada por el espacioso pórtico de triple arquería, todo en piedra, accedieron hasta el templo. En su interior pudieron admirar, entre otras obras, el retablo mayor, tallado por el maestro Durán de Peñafiel en 1.748, quien también labró los altares del crucero, de igual estilo.
Pero fue el Camarín de la Virgen la estancia que suscitó mayor atención. Es la dependencia del Santuario que mejor ha conservado la sugestiva y evocadora belleza del siglo XVIII. Por derivación, en los santuarios marianos se dio el nombre de camarín a la capilla situada detrás del Altar Mayor y dedicada al ornato exclusivo de la imagen, siendo, por sí mismo pieza principal. La sala está presidida por un bellísimo altar neoclásico con adornos del rococó y excelente dorado, al que se sube por una escalera de mármol.
En su hornacina central, la misma del altar mayor del templo, se halla el trono de la Virgen de El Henar, que gira sobre su eje cuantas veces deseen los fieles besar la imagen. El año jubilar se solicitó como conmemoración del cuarto centenario de la concesión pontificia de la fiesta de la Virgen de El Henar, un reflejo de siglos de vocación sobre la imagen de Nuestra Señora, que se prolongará desde el mes de agosto de 2021 hasta septiembre de 2022.
Isla mudéjar
Después, los participantes en la visita se desplazaron hasta Cuéllar, donde recorrieron las calles de la Villa para contemplar el Estudio de Gramática; la iglesia de San Andrés, con su decorado exterior de dos arquerías ciegas de medio punto y ventanas en un piso superior, separadas por frisos de esquinillas; la iglesia de San Esteban, declarada en 1.931 Monumento Artístico Nacional, una de las iglesias mudéjares más importantes de Cuéllar y de la que sobresale su gran ábside de ladrillo, que en el exterior está formado por un tramo recto y otro semicircular, alternando en su decoración frisos de arcos de medio punto con ladrillos en esquinillas y huecos adintelados.