Si en noviembre era la residencia La Alameda de Nava de la Asunción, dependiente del Área de Asuntos Sociales de la Diputación, la que celebraba los 102 años de Rafael Martín y los 103 de Rafaela Andrés, y antes, en mayo del año pasado, era el Centro de Servicios Sociales La Fuencisla el que festejaba junto al presidente de la institución provincial, Miguel Ángel de Vicente, los 100 años de María Peñas, ayer, el propio CSS La Fuencisla conmemoraba la entrada en el siglo de vida de su residente Sara Bayón.
Nacida en Adrada de Pirón y residente en el centro desde hace pocos meses, al que llegó procedente de la Residencia Virgen de Veladíez, de Espirdo, ayer festejaba su “ciento cumpleaños”, como ella dice, rodeada de las personas y trabajadores con los que convive en el pabellón central de la residencia, y ‘acompañada’, por medio de un vídeo, de los profesionales y mayores que dejó en Espirdo, quienes han querido sumarse a las felicitaciones.
“Sara se hace querer enseguida”, aseguran los trabajadores del centro dependiente de la Diputación, a quienes, cuando le preguntan cuál es el secreto de vivir tantos años responde, tras reflexionar un rato: “trabajar mucho, como las mujeres de mi generación”.
En la celebración sorpresa de su centenar de años de vida no faltaron ni las jotas ni la tarta, ni los regalos; un ramo de flores y un vídeo con fotos de distintos momentos de su vida y felicitaciones de sus familiares, compañeros y trabajadores del Centro.
La directora del CSS La Fuencisla, Carmen Galán, asegura que se encuentran “encantados de llevar a cabo estas celebraciones, que suponen un homenaje a las personas de la generación de Sara, tan valiosas en conocimiento y experiencia, merecedoras de toda nuestra admiración y respeto, y a las que tanto debemos como sociedad”. “Deseamos a Sara que cumpla muchos años más y que siga así de bien y haciendo amigos enseguida por donde vaya”, concluye Galán.