Matandrino es una pequeña aldea de Segovia que dejó de tener habitantes en 1963. A tan solo tres kilómetros de Prádena está Matandrino se encuentra esta pequeña pedanía que lleva décadas sin luz ni agua corriente y sus calles poco a poco se han ido deteriorando con el tiempo. Recientemente salió a la venta en Idealista y parece que pronto podría volver a albergar habitantes. La oferta de venta para Matandrino era de 100.000 euros, y ahora que por fin se ha cerrado la operación sólo queda ver cómo aprovechan sus compradores esta aldea llena de potencial.
La firma inmobiliaria Segodomus, que ha sido la encargada de gestionar la operación, ha confirmado a Idealista/news que ya se han firmado las arras y están a la espera de la firma en la notaría. Por el momento los compradores no han querido dar detalles sobre sus planes para el municipio, pero según la inmobiliaria la mayoría de ofertas que han recibido eran de gente interesada en desarrollar proyectos relacionados con el turismo rural ya bien sea con un complejo turístico, con casas individuales o con una ecoaldea.
Matandrino quedó abandonado definitivamente en 1963 cuando doña Gregoria, su última vecina, decidió mudarse a Prádena. Las ocho edificaciones que posee el pueblo a día de hoy se encuentran todas en mal estado. Tras casi sesenta años desde el fin de su actividad, las calles se han visto deterioradas con el paso del tiempo, pero la localización privilegiada del municipio lo convierte en un punto de interés para los compradores.
Está al lado de la N-110, a 48 kilómetros de Segovia y a diez minutos en coche de Prádena, uno de los pueblos más famosos de Castilla y León. Con vistas a la sierra de Montes Carpetaños, supone el sitio perfecto para desarrollar un complejo de turismo rural.
La despoblación de pueblos en España ha ido en aumento durante las últimas décadas pero tras la pandemia muchos han decidido volver al campo. Gracias al teletrabajo la compra de viviendas alejadas de la ciudad ha aumentado, y las zonas rurales están incrementando su población.