Una deuda que ha supuesto una mochila de piedras por valor 118.051 euros. Así ha vivido un segoviano, que no quiere desvelar su identidad y al que nos referiremos como Carlos, durante más de una década y a raíz de la crisis que azotó al mundo en 2008. Este propietario de un pequeño negocio de la ciudad del acueducto vivía años de bonanza por aquella época. Incluso llegó a comprar un segundo local y varias furgonetas, con el objetivo de ampliar su proyecto de vida. Sin embargo, todo iba a desmoronarse.
“El colchón que tienes lo vas agotando”, relata este segoviano de 42 años, que poco a poco fue generando deudas con los proveedores, Hacienda, Seguridad Social y los bancos. Carlos también sufrió en plena crisis las consecuencias más destacables, ya que “no es como ahora”, que los ayuntamientos “pagan a tiempo”. Por aquel entonces, los consistorios lo hacían “tarde”, además de que otras empresas también iban cerrando y le dejaban “pagos atrasados”.
El segoviano insistió durante en tiempo, a pesar de empezar a ver que “esto no va como tiene que ir”. “Fui al banco y les comenté que de seguir esto así va a llegar un momento que no voy a poder pagar”, recuerda. Ante esta situación Carlos propuso avalar una propiedad, que era la de su padre, para poder reducir las cuotas y alargar el plazo. Algo que para la entidad bancaria era lo “lógico”, pero que aún así denegó, ya que no estaba dispuesta a modificar “absolutamente nada”.
La situación fue ahogando más aún sus cuentas hasta que el trágico final llegó, como era de esperar. Tuvo que cerrar su pequeño negocio y vivir, a partir de ahora, con las deudas de casi 120.000 euros. Unos impagos que, sin embargo, eran únicamente con los bancos, puesto que sí que logró solventar sus cuentas pendientes con los proveedores, Hacienda y Seguridad Social. “Prefería dejar a deber a un banco que a un proveedor. Intenté solventar y llegar un acuerdo con ellos, pero fue totalmente imposible, llega un momento en que la situación personal es muy dura y tocas suelo”, reconoce.
Desde ese momento, vinieron años convulsos para este segoviano que ha visto como durante 13 años no podía tener ninguna propiedad a su nombre porque se lo embargaban. “Por tener no tienes ni tarjeta de crédito. Vas poco a poco y si algún mes cobrabas algo más en la nómina te lo quitaban. Es algo que asumes y la vida sigue adelante”, asegura con optimismo.
Sin embargo, la vida de este segoviano daría un vuelco de 360 grados gracias a la Ley de Segunda Oportunidad y el bufete de abogados Repara Tu Deuda. “Mi madre lo vio en un anuncio y decidí hacer un último esfuerzo para intentar sacar esto adelante, siempre con el riesgo y el miedo de invertir lo poco que tengo en esto sin tener la seguridad de que me vaya bien”, reconoce.
Finalmente, la vida quiso dar un halo de esperanza a este segoviano de 42 años, que gracias al trabajo de Repara Tu Deuda y a la Ley de Segunda Oportunidad ha podido cancelar la deuda que sopesaba sobre él desde hace 13 años. El Juzgado de Primera Instancia número 2 de Segovia dictó la exoneración del pasivo insatisfecho de Carlos.
De la misma forma, para Carlos también ha sido muy importante el "apoyo incondicional" de su familia, que llegó incluso a colaborar económicamente con él con "lo que podían aportar". "Con la resolución de mi caso han descansado igual o más que yo", añade.
Ahora, Carlos vive su nueva vida, ya sin ataduras y con ganas de afrontarla. “Por fin puedo volver a empezar. Decir que si quiero tener una casa a mi nombre tenerla, o comprar un coche. Te quitas un peso de encima”, declara con la voz tranquila.
Eso sí, este segoviano tiene claro que a partir de aquí si puede evitarlo no volverá a ser autónomo. “Estoy trabajando por cuenta ajena y me va bien”, reconoce, a la vez que explica que su descontento por ser trabajador autónomo viene dado por una situación que vivió en esa crisis de 2008. “Tenía cotizados 14 o 15 mil euros cuando empecé como autónomo y resulta que cuando llegas a siete años todo lo que tienes cotizado pasa a la Seguridad Social de forma solidaria y te quedas sin ello”, denuncia, ya que esto es algo que hizo que se sintiese “desprotegido por la sociedad”. “Cualquier persona por lo menos tiene paro o un subsidio, yo no tenía absolutamente nada. No es justo. Ahora cuando tú emprendes te dan la opción de eso cobrarlo de golpe, pero cuando yo lo hice o no lo había o lo desconocía”, admite.
Del mismo modo, reivindica que cuando la Seguridad Social le tenía que devolver el IVA del local “tardó casi dos años y pico”. “Cuando tú no les pagas a ellos te hacen el recargo del 20% y cuando ellos no te pagan a ti en tiempo y forma te pagan después, pero con un 3 y 4% de interés nada más”, sentencia.
Una segunda oportunidad para este segoviano que ahora afronta su nueva vida sin deudas y con la tranquilidad de volver a poder llevar una economía saneada.