A la hora de pensar en chefs españolas, uno de los primeros nombres que se nos viene a la cabeza, por no decir el primero, es el de Samantha Vallejo-Nágera, considerada como una de las cocineras más televisivas del momento.
Saltó a la fama hace aproximadamente una década de la mano del programa MasterChef, el 'talent' culinario más consolidado de la parrilla televisiva, en el que sigue cosechando grandes éxitos en calidad de jueza y que se ha convertido en su principal fuente de ingresos, aunque no en la única.
Más allá de su trabajo en la pequeña pantalla, lo cierto es que Samantha también es una empresaria de éxito que a día de hoy regenta varios negocios. Lo más curioso es que la gran mayoría de ellos se ubican en Castilla y León, concretamente, en Pedraza, un pequeño pueblo de Segovia con el que la madrileña comparte un vínculo absolutamente especial.
Allí es donde actualmente reside su madre, la francesa Sabine Déroulède. Sin embargo, la relación de la familia de Samantha con este pueblo segoviano se remonta a la década de los 70, cuando su progenitora y el marido de esta, el decorador e interiorista santanderino y creador de Casa&Jardín, Paco Muñoz, decidieron apostar por este pueblo, asentándose en él y abriendo De Natura, un negocio familiar dedicado a la venta de muebles y utensilios para el campo en una casona antigua que ambos rehabilitaron.
Además, Paco, pionero en la decoración de interiores y el diseño de muebles en España, y uno de los decoradores de las instalaciones del Pabellón del Príncipe, en la Zarzuela, impulsó durante medio siglo la vida cultural de la localidad, restaurando muchos de sus edificios e incluso creando una casa museo con obras de eminentes artistas como su gran amigo, Eduardo Chillida, en la que actualmente reside Sabine y que consta de nada más y nada menos que cinco viviendas anexas.
Todo ello suscitó que tanto Samantha como sus hermanos creciesen en este municipio segoviano en el que, aunque nunca llegaron a residir en él como tal, sí han vivido momentos muy especiales e incluso muchas primeras veces, sobre todo en el caso de Samantha. Y lo siguen haciendo.
La cocinera madrileña guarda a este pueblo, situado a tan solo una hora y media de Madrid y considerado uno de los más bonitos de España, un cariño tan especial, que incluso ha confiado en él para seguir desarrollando su faceta empresarial.
Tanto es así, que, cuando en 2012 cerró la tienda de muebles de Paco y su madre, esta se lanzó a convertir el local en una finca para bodas y eventos bautizada con el mismo nombre, De Natura. Un negocio que ella misma define como "una casa dentro de Pedraza y no una finca de bodas al uso", que regenta junto con su progenitora y su hermana Mafalda y que, al parecer, funciona a las mil maravillas, pues son decenas las parejas que eligen esta finca cada año para celebrar su día más especial.
Sin embargo, este no ha sido la única inversión de Samantha en este pueblo segoviano. En su intento de dar continuidad al deseo de Paco Muñoz de proteger y dinamizar la zona, al término de la pandemia se lanzó a abrir con su marido, el enólogo y director comercial de las Bodegas Marqués de Riscal, Pedro Aznar, un hotel con taberna y restaurante denominado Casa Taberna en una antigua casona del siglo XVII con 200 años de historia, ubicada en la plaza Mayor del pueblo, en la que Samantha ha vivido momentos muy divertidos y significativos.
La taberna que existía antes de que Samantha y su marido abriesen la actual, cerró sus puertas en el año 2015 y, después de ver cómo aquello seguía cerrado con el paso de los años, el enólogo le propuso a su esposa crear Casa Taberna. Samantha se lo pensó, pero finalmente se lanzó.
Ahora, dicha casona está dividida en tres partes. La planta superior alberga seis habitaciones de entre 35 y 60 metros cuadrados para hacer del alojamiento de aquellos que pasen por el lugar una experiencia absolutamente grata y mágica; mientras que la planta baja se divide en dos zonas: en una taberna que sirve clásicos de la gastronomía española a modo de tapas y raciones, tales como consomé de jamón, steak tartar de chuleta, rollitos filipinos y croquetas de jamón melosas y crujientes, entre otras propuestas; y en un restaurante de primera categoría que destaca por servir a sus comensales "una gastronomía tradicional con toques originales". Lo más valorado de su carta, además de los puerros a la brasa, los canelones de carrilleras y el boletus con yema de huevo es, sin duda, el chuletón, pensado para degustarlo con los mejores vinos de la casa. Además, cuenta con dos tipos de menús de lo más completos que hacen las delicias de todos sus clientes.
Ahora bien, lo más distintivo de Casa Taberna, además de que lo regente una figura tan destacada como Samantha, es que esta conserva su verdadera esencia en todos y cada uno de sus rincones, lo que lo convierte en un lugar de ensueño lleno de historia y tradición que también reporta grandes beneficios a la chef.
Pero la cosa no queda aquí, ya que, aunque estos son todos los negocios que posee la jueza de MasterChef en el empedrado pueblo de Pedraza, allí también ha querido establecer su segunda residencia.
Hace años compró una casa contigua a la de su madre que quiso adaptar a su gusto después de una larga temporada en régimen de alquiler. Se trata de una vivienda de campo de estilo rústico, que destaca por sus materiales de madera y piedra, sus grandes ventanales, techos altos, suelos de barro, varias chimeneas y, cómo no, por su decoración rural. Además, cuenta con un amplio jardín y unas vistas fantásticas de los alrededores del pueblo.
A este atractivo patrimonio faltaría por sumar su amplio apartamento en Madrid; Dehesa de Valbueno, otra finca de bodas en Cabanillas del Campo, Guadalajara, que tiene alquilada; y su empresa de catering de alta cocina, con más de dos décadas de historia y dedicada a servir en los eventos más exclusivos, que atiende una media de 50 bodas y 800 eventos al año. Sin duda, un sustancioso imperio inmobiliario y empresarial a la altura de toda una 'celébrity' como ella.