Este es el pueblo más pobre de Segovia: fue cuna de uno de los conquistadores de América

Castilla y León es la comunidad autónoma de España que cuenta con un mayor número de municipios, con un total de 2.248. La provincia de Segovia alberga un número nada desdeñable de ellos: un total de 209 pueblos, que se encuentran agrupados en cinco partidos judiciales: Cuéllar, Riaza, Santa María la Real de Nieva, Segovia y Sepúlveda.

Se trata de enclaves ideales para desconectar del ajetreo de la ciudad y disfrutar de su riqueza monumental, de sus paraísos naturales y todo ello con las facilidades que presenta la cercanía de la provincia a Madrid. Con todo, existen grandes diferencias entre ellos y su folklore, gastronomía o población varía notablemente. También su poder adquisitivo.

Como es lógico, los segovianos no ganan todos por igual. Hay importantes variaciones entre unos municipios y otros y es algo que se ve claramente reflejado en el ranking de la Agencia Tributaria. Es a través de estos datos estadísticos con los que podemos analizar la situación económica de las localidades de más de 1.000 habitantes por renta bruta media en base a los datos del 2021.

Entre ellos, el pueblo que cuenta con la renta bruta más baja de la provincia es el municipio de Navalmanzano, situado en el centro de la provincia, con una renta bruta media situada en 19.764 euros. Una cifra que se encuentra muy por debajo de la media autonómica, que es de 26.083 euros y aún más de la media nacional, que se encuentra en 29.014 euros.

Este pueblo, situado a unos 37 kilómetros de la capital segoviana, dentro del partido judicial de Cuéllar, y con 1.033 habitantes censados, cuenta, además, con una renta disponible media de 17.011 euros y se sitúa también muy por debajo la media de la provincia, que alcanza los 21.414 euros y de la de Castilla y León, que se sitúa en 21.644 euros.

Otros municipios segovianos que se encuentran en la parte baja en cuanto a ganancias son Coca, con 21.741 euros de renta bruta media, Navas de Oro, con 21.193 euros o Villacastín, con 20.837. Todos ellos, aún así, con una renta superior a la del municipio de Navalmanzano.

Navalmanzano: cuna de un conquistador de América

Con poco poder adquisitivo, pero con muchas cosas qué ver y una gran oferta para disfrutar de unos días de descanso. Además de poder deslumbrarse con la Iglesia de los Santos Justo y Pastor, el visitante puede disfrutar de dos auténticas joyas artísticas en este municipio segoviano: una Virgen con Niño de estilo románico y en posición sedente y la ermita de Santa Juliana, construida a finales del siglo XIII. 

De estilo mudéjar, alberga en su interior una imagen del siglo XVI que se conoce como el Cristo de Santa Juliana, además de un impresionante un retablo barroco que procede de la Iglesia de los Santos Justo y Pastor. Además, esta ermita está envuelta por el misterio. Cuenta la leyenda que los frailes que la custodiaban desaparecieron un buen día de la noche a la mañana sin dejar rastro, abandonado tanto sus tierras como sus viñas y la propia ermita.

El entorno natural del pueblo también es privilegiado, con el arroyo Malucas, que transporta sus aguas al río Pirón, y son especialmente importantes para el municipio los cultivos de huerta, especialmente la planta del fresón, aunque también de puerros, zanahorias o patatas. La ganadería también goza de relevancia, con la cría de cerdos, pollos, conejos y terneras.

Navalmanzano es conocido, además, por ser la cuna del conquistador de América Pánfilo de Narváez, que vio la luz en este municipio segoviano en el año 1470. Este conquistador, que jugó un papel importante en la conquista de Cuba y México, llegó a ser gobernador de La Florida entre 1527 y 1528. También nació en la localidad el escritor Hipólito Escolar, que fue director de la Biblioteca Nacional de España entre 1975 y 1985, y el religioso Luis Gutiérrez, que llegó a ser obispo de Segovia entre 1995 y 2007.

Es también famosa la variada y completa gastronomía del municipio, conocido por su lechazo, su cochinillo, las sopas de ajo, el ponche castellano, los judiones de La Granja, las perdices a la segoviana o las truchas. Y una buena época para animarse a visitar Navalmanzano es durante el mes de agosto, cuando coinciden la fiesta de los Santos Justo y Pastor, que se celebra el 6 de agosto, con las fiestas patronales, que tienen lugar a mediados de mes. Un municipio con una renta bruta baja pero con mucho que ofrecer al visitante.