La iglesia de La Santísima Trinidad de Segovia vuelve a la normalidad. El pasado 21 de enero de 2023, la sacristía fue arrasada por las llamas, donde resultaron dañadas tres pinturas de importante valor. Tras casi un año de trabajo en el Centro de Conservación y Restauración de Bientes Culturales de la Junta de Castilla y León en Simancas, Valladolid, las obras han regresado al edificio religioso.
El delegado territorial de la Junta, José Luis Sanz Merino, y la jefa del Servicio Territorial de Cultura, Turismo y Deporte, Ruth Llorente, han visitado este martes la iglesia después de que las piezas artísticas fueran entregadas este pasado lunes. En la recepción estuvo presente el delegado de Patrimonio del Obispado de Segovia, José María Rubio, y el párroco de la iglesia, Andrés de la Calle.
Las joyas artísticas de esta iglesia que se vieron afectadas por el fatal incendio fueron un óleo sobre lienzo de 'San Juan Bautista', una pintura sobre tabla que representa una 'Virgen con Niño' y un óleo sobre lienzo de 'La Anunciación'.
Estas obras sufrieron daños graves tanto por el humo como por las altas temperaturas provocadas por el fuego, generando defectos y deterioros en sus materiales constitutivos. El lienzo de 'San Juan Bautista', de autor desconocido, tiene su origen en la segunda mitad del siglo XVII. Fue el más afectado por el incendio, ya que estaba muy cerca del foco de las llamas.
El estado general de la obra es muy delicado, presentando amplias zonas prácticamente calcinadas, especialmente en el ángulo inferior izquierdo, con el pertinente cambio químico y físico de los componentes de la película pictórica y del soporte.
Por su parte, 'La Anunciación', de Deleito, data del 1662. Sus daños fueron de menos consideración que la anterior, pero si se observaron alteraciones importantes en el barniz y la policromía por las altas temperaturas.
Por último, la representación de la 'Virgen con Niño', que es del siglo XVI y de escuela italiana, se vio afectada por un grave deterioro por el exceso de calor que desembocó en una calcinación de la pintura y levantamiento de ampollas.
Las pinturas se llevaron al Centro de Restauración de Simancas el 10 de febrero del pasado año, donde se vieron sometidas a un proceso de restauración y estudio. Se llevó a cabo una documentación fotográfica, que ayudó a comprobar el estado de conservación e identificar el deterioro mediante distintos tipos de iluminación y fotografía analítica.
Seguidamente, se desarrollaron mapas de daños e identificaron las patologías, llevando a cabo la toma de muestras para que se analizasen en el laboratorio de física y química. Así, esto les permitió lograr datos objetivos sobre composición, materiales, cambios físicos o químicos de las distintas capas que componen la película pictórica y la de protección.
Los procesos para restaurar las obras han sido meticulosos y lentos, siendo orientados a estabilizar las pinturas a través de métodos de protección de los soportes y la película pictórica; evitar la evolución del deterioro que ya han sufrido a consecuencia del incendio y consolidar los materiales pictóricos, a través de asentados de policromía; intentar recuperar la originalidad visual de las piezas, aplicando métodos de limpieza para la retirada de humo acumulado y barnices alterados, así como la reintegración cromática de las faltas; finalizando con la protección de las obras, mediante la aplicación de películas de barniz.
El conjunto de estos trabajos de restauración ha ascendido a un coste aproximado de 11.500 euros. Tras casi un año de laboriosos estudios y trabajos, las tres obras han regresado a su templo de origen en donde se vuelven a mostrar, recuperando de este modo un Patrimonio que estuvo a punto de perderse.