Desde el pasado mes de julio, el Destacamento de Fiscal y Fronteras de la Guardia Civil de Segovia llevaba realizando numerosas inspecciones a empresas de paquetería con el objeto de prevenir y perseguir el contrabando de productos adquiridos, principalmente a través de internet. En el transcurso de unas de ellas se detectaron numerosos paquetes cuya mercancía no cumplía con los criterios establecidos en la Ley de Represión del Contrabando, debido a que algunos productos procedían de países no pertenecientes a la Unión Europea y no cumplían los requisitos legalmente establecidos para acreditar su lícita importación.
Así, en julio, fecha de la primera incautación de picadura de tabaco en una agencia de paquetería de la provincia de Segovia, y hasta la fecha, se han incautado un total de 117 kilos de picadura de tabaco de contrabando, ocasionando importantes pérdidas económicas al sector dedicado al comercio tabaquero legítimo, así como la defraudación de todos los impuestos relacionados con este mercado. Solo estos 117 kilos incautados alcanzan un valor cercano a los 23.000 euros.
Uno de esos productos que con mayor frecuencia se comercializa en internet y se distribuye a través de empresas de mensajería es la picadura de tabaco. Esta forma de comercialización entre particulares y de manera telemática está prohibida, constituyendo infracciones a la normativa sobre contrabando, además del consiguiente riesgo para la salud de los consumidores al desconocerse su origen, tratado y trazabilidad.
La picadura de tabaco y su comercialización también está sujeta a la normativa sobre Impuestos Especiales y a la Ley de Ordenación del Mercado de Tabacos, y al ser una de las llamadas “labores de tabaco” está considerado un “producto estancado”, por lo que tiene una notable repercusión tanto aduanera como tributaria.