La Audiencia Provincial de Segovia ha impuesto una condena de 75 años, 11 meses y 9 días de prisión para una banda criminal que secuestró en plena N-110, a la altura de Sepúlveda, a un matrimonio que regresaba a su casa de Madrid tras una estancia en el Burgo de Osma, Soria. Las víctimas se vieron sometidas a alrededor de nueve horas de tortura, golpes y agresiones, además de sufrir un robo valorado en más de 42.000 euros.
Las penas se dividen en distintos grados entre los acusados, que aunque en un principio eran seis, uno de ellos fue absuelto al no quedar acreditada su participación. La sentencia, a la que ha tenido acceso EL ESPAÑOL - Noticias de Castilla y León, relata en los hechos probados que los procesados recabaron información sobre el matrimonio y el alto nivel de vida que tenían.
Cuando volvían de una estancia vacacional en el Burgo de Osma, los interceptaron en el kilómetro 121 de la N-110, en sentido Segovia y cuando se dirigían hacia Madrid, donde residían las víctimas. Allí bloquearon la carretera, con dos vehículos en los que habían instalado luces azules para hacerles pasar con un aspecto policial. Se bajaron de los mismos y, portando chalecos en los que se podía leer Policía Nacional, taparon la cabeza al hombre y a la mujer y les subieron a los turismos por separado.
Fueron trasladados hasta una finca de Toledo, donde les amordazaron, agredieron, golpearon y torturaron hasta que lograron la información necesaria para poder acceder a su vivienda de Madrid y burlar los sistemas de seguridad de la misma. En total, sustrajeron 30.000 euros en dinero y más de 12.000 euros en joyas. Además de robarles los dos teléfonos IPhone que portaban en el momento del secuestro.
Una vez cometido el robo, las víctimas fueron liberadas en las proximidades de su domicilio, al tiempo que les amenazaron con que si daban cuenta a la autoridad policial les matarían. Finalmente, los investigadores procedieron a realizar distintas entradas y registros domiciliarios a los acusados, donde intervinieron todo tipo de armas, ropa simulada de cuerpos de seguridad y hasta una plantación de marihuana en uno de ellos.
Además, uno de los acusados, en una de las entradas y registros, disparó con un arma de fuego a uno de los agentes, al que le ocasionó una herida en el cuello. Por este hecho, se le ha añadido una pena de cinco años y 1 día de cárcel por un delito de homicidio intentado.
La pena suma casi 76 años entre los cinco encausados, que se dividen en penas de entre 23 años, 1 mes y 3 días para el que más, y los 12 años, 9 meses y dos días para el que menos. Además, uno de ellos ha sido absuelto al no quedar acreditada su participación. Han sido condenados por diversos delitos como pertenencia a grupo criminal organizado, tenencia ilícita de armas, detención ilegal, lesiones agravadas o contra la integridad moral, entre otros.
No obstante, en virtud de lo expuesto en el Código Penal, algunos de los encausados no llegarán a cumplir las penas completas, quedando algunas de ellas reducidas a nueve o 15 años en el caso más grave.
Además de ser indemnizados con el valor del dinero y joyas sustraídas, los acusados también deberán abonar 21.745 euros en concepto de daños morales y por las lesiones sufridas. La sentencia no es firme y contra la misma cabe recurso de apelación ante el Tribunal Superior de Justicia de Castilla y León.