Dos hombres han sido detenidos por la Guardia Civil de Segovia como presuntos autores de hasta cinco delitos de robos con fuerza, para los que supuestamente utilizaron el método del butrón, perpetrados en dos empresas de Cuéllar y uno en Fuentepelayo. El valor de lo sustraído, que se componía principalmente de productos fitosanitarios y una furgoneta de carga, alcanza un valor de 125.000 euros, acabando todo el material en la provincia de Almería, donde se destinaba a los numerosos invernaderos que hay, conocidos como el 'mar de plástico'.

La investigación comenzó en septiembre de 2022, cuando tuvieron conocimiento de dos robos con fuerza en dos empresas de Cuéllar, Segovia, teniendo como nexo de unión que se robó material fitosanitario. Dichos hechos fueron repetidos durante el mes de octubre en estas mismas compañías.

Seguidamente, ese mismo mes, pero de 2023, descubrieron otro robo con fuerza en una empresa de productos fitosanitarios para uso agrícola de Fuentepelayo. Fue entonces cuando la Unidad Orgánica de Policía Judicial de Segovia vinculó inmediatamente los hechos con los otros robos sucedidos en Cuéllar. 

De las pesquisas concluyeron que se trataba de un grupo criminal organizado que tenía base en Roquetas del Mar, en Almería, de donde partían de forma itinerante a cualquier localidad de España donde estuvieran las empresas distribuidoras de productos fitosanitarios para cometer los delitos.

Según avanzaba la investigación, descubrieron que parte de los miembros iban hasta localidades cercanas al lugar fijado como objetivo, donde alquilaban casas rurales que convertían en su centro temporal de operaciones, para organizar y planificar los robos en las naves y facilitar su huida una vez ejecutados.

De ahí volvían a Roquetas del Mar, ya con los productos robados, que entregaban casi inmediatamente a sus receptadores, que no han sido identificados por el momento, pero supuestamente pudieran estar relacionados con algunos de los numerosos invernaderos de la provincia de Almería. Pudieron comprobar que los robos se cometían por encargo.

Para sus desplazamientos habrían utilizado vehículos lanzadera, así como teléfonos de prepago, dados de alta con identidades ficticias para de avisar de la presencia policial y evitar ser detectados durante los traslados.

Finalmente se consiguió averiguar la ubicación de los domicilios de algunos de los implicados en los robos. Entre los días 19 y 20 de febrero pasado en Roquetas de Mar se detuvo al presunto cabecilla de la organización, un hombre de nacionalidad rumana, y a uno de sus principales colaboradores, también hombre de nacionalidad española. El resto de los miembros del grupo no han sido aún localizados, pero están plenamente identificados. Se trata de cuatro hombres de nacionalidad rumana y búlgara, que carecen de domicilio conocido y tienen un modo de vida itinerante, por lo que no se descarta que hayan huido a algún país de la Unión Europea.

La investigación ha sido dirigida por el Juzgado de Primera Instancia e Instrucción nº 1 de Cuéllar.