Castilla y León es una gran referencia cuando se trata de hablar de los pueblos más bonitos del país. La Comunidad está repleta de lugares maravillosos que visitar. Todos tienen algún encanto especial. Y es que a lo largo y ancho del territorio, nos podemos encontrar con la única cartuja que aún perdura, con uno de los pueblos más buscados de internet -que casualmente es de los más bonitos del país- o con aldeas llenas que irradian belleza por todos sus recovecos, con monumentos nacionales y pasado de monjes.

Eso es sólo un poco de lo mucho que hay. En esta ocasión, EL ESPAÑOL- Noticias de Castilla y León dirige su vista hacia la provincia de Segovia, y en concreto a Ayllón, para hablar de uno de los 100 pueblos más bonitos de España, según el ranking realizado por National Geographic, que ubica a este municipio en el puesto número cuatro.

Esta villa se encuentra en la parte nordeste de la provincia, cerca de Guadalajara y Soria, y a unos 93 kilómetros de la capital. Probablemente es de fundación celtíbera, según los abundantes restos aparecidos en el cerro donde se alza en la actualidad la Torre de La Martina. Posteriormente, llegaron los godos, visigodos y musulmanes.

Interior del exconvento de San Francisco 35mmFotografas

Desde que fue reconquistado en el año 1805 por sus calles han pasado numerosos reyes como es el caso de Alfonso VI, Alfonso VII, Fernando III, Fernando IV, María de Molina y el Cid Campeador. Asimismo, Juan II concedió al señorío de la villa de Ayllón a Álvaro de Luna, quien en 1423 fue nombrado Condestable de Castilla, una fiesta que se celebra en la localidad el último mes de julio. 

De su esplendor cristiano aún quedan las huellas de personajes ilustres como San Francisco de Asís, el que fuera fundador del convento de San Francisco, que hoy en día se ha convertido en un establecimiento hotelero tras la salida de los monjes en la Guerra de la Independencia. Y, según se ha ido transmitiendo de generación en generación, se hospedó en este lugar la viajera Santa Teresa de Jesús. 

Un espacio lleno de belleza que fue declarado Conjunto Histórico- Artístico de carácter nacional en 1973. Pero ahí no quedan sus méritos ya que ganó el primer premio del concurso de Embellecimiento de Pueblos y accésit de Primer Premio Nacional en 1974. Asimismo, en 2014 fue incluido en la lista de los Pueblos Más Bonitos de España. 

Arco de Ayllón Archivo municipal

Una villa medieval para viajar al pasado 

Pasear por este pueblo es como viajar al pasado y adentrarte en la época medieval y sus costumbres. Uno de los lugares que más llama la atención es el arco que hay en el casco antiguo. Es una de las tres puertas que se conserva de la muralla y, una vez la atraviesas, puedes ver el Palacio de los Contreras. Fue declarado Bien de Interés Cultural el 17 de julio de 1969 y es uno de los más interesantes ejemplares de la arquitectura civil española de finales del siglo XV y fue construido durante el reinado de los Reyes Católicos.

La Plaza Mayor tampoco deja indiferente a nadie. En ella se encuentra la iglesia románica de San Miguel, un lugar desconocido para muchos y mágico par todos los que traspasan sus muros. Una estampa idílica que se remata con la fuente de cuatro caños situada en el centro de la plaza. Fue mandada construir para conmemorar el IV centenario del descubrimiento de América, en 1892.

Iglesia de San Miguel Archivo municipal

En ella también está el Ayuntamiento, un palacio construido en el siglo XVI y reformado en profundidad en 1804, que fue arrasado por un incendio en 1945, del que sólo pudieron salvar la fachada. Tanto en la pared de frente como en la derecha e izquierda, se pueden ver los escudos de los marqueses de Villena. 

La Plaza Mayor de Ayllón durante una fiesta Ical

De la Ermita de San Nicolás tan sólo queda la portada románica que alberga el cementerio viejo. Es una de las piezas más importantes del románico de Ayllón. Otra de las construcciones destacada es el antiguo convento de las monjas concepcionistas, del siglo XVI, que tiene una interesante portada que luce el escudo de los marqueses de Villena, sus fundadores. La iglesia es de planta grecorromana, estilo románico y bóveda de cuatro tramos. Pasó a manos privadas en 2007.

La ruta por Ayllón no deja de sorprender y también estuvo en poder de los árabes, prueba de ello son los restos de muros de tapial denominados Los Paredones, que aún continúan pese a los siglos transcurridos. Una de las vistas más bonitas de la localidad segoviana la tienes viendo la Iglesia de San Martín del Castillo. De él, sólo queda el torreón de La Martina y sus cimientos de piedra. Se puede acceder a ella por las escalinatas de piedra ubicadas al sureste de la meseta del cerro del castillo. Hasta 1805, el pueblo estuvo asentado sobre él, donde todavía se ven restos de construcciones así como el castillo del siglo IX. 

Se sabe que hasta el siglo XVI la antigua torre del castillo denominada La Martina, provista de una espadaña con dos vanos y adorno de bolas, servía de campanario de la iglesia.

Torre de La Martina Archivo municipal

La historia está muy presente en este lugar. Se encuentra el Palacio del obispo Vellosillo, que fue mandado construir a mediados del siglo XVI por Fernando de Vellosillo, hijo destacado de esta villa, que llegó a ser obispo y señor de Lugo. En él nunca llegó a vivir el obispo y el edificio fue adquirido como bien público por el Ayuntamiento en la década de los 70. Actualmente, el edificio tiene la biblioteca y el Museo de Arte Contemporáneo de Ayllón, de gran riqueza artística y cultural.

Museo de Arte Contemporáneo en el Palacio del Vellosillo Archivo Municipal

Además de visitar el pueblo y todos sus encantos, que no son pocos, también se puede aprovechar para vivir las fiestas y tradiciones de este histórico lugar. El 5 de febrero se celebra Santa Águeda o la Cruz de Mayo, que se celebra el primer domingo en la explanada del convento de San Francisco. 

También el 15 de mayo San Isidro y, por supuesto, el último fin de semana de julio el Ayllón Medieval, que incluye increíbles actividades. La gastronomía también es uno de sus puntos fuertes. Se puede degustar la comida típica castellana como el lechazo asado o los ricos platos de cuchara.