Para los amantes de la fotografía, la época estival supone un momento idóneo para captar las mejores imágenes. Las puestas de sol y los amaneceres, unido a la buena temperatura, hacen del verano un atractivo único para estos aficionados. Y si a esto además le sumas los marcos incomparables de Castilla y León, la estampa perfecta es fácil de encontrar.
Una de las provincias que mayor riqueza natural manejan es Segovia y eso ha hecho que National Geographic, revista de prestigio internacional, haya seleccionado uno de sus paisajes más destacados entre las maravillas naturales de España que hay que ver al menos una vez en la vida.
Son muchos los paisajes que podríamos pensar en la provincia segoviana. Desde la villa de Ayllón a Maderuelo, pasando por las Hoces del río Riaza, las Paradinas o la cueva de los Enebralejos. Pero no es ninguna de estas estampas la que está seleccionada por National Geographic. Eso no quiere decir que no merezcan al menos una visita en la vida, dado que también merece la pena, y mucho, conocer estos lugares.
National Geographic se ha decantado por las Hoces del río Duratón. Quizás, el enclave natural más famoso de Segovia y todo un hervidero de visitantes que recorren durante cualquier época del año los 25 kilómetros que abarca. Una obra natural provocada por la erosión del agua que recorre el cauce del río durante millones de años y que no dejará a nadie indiferente.
La revista destaca sobre todo lo demás su "espectacularidad paisajística", cuyas paredes verticales llegan a alturas por encima de los 100 metros en alguno de los puntos de las Hoces del río Duratón. Esto hace que se cree un entorno absolutamente "impresionanten", recalcan.
El río Duratón va serpenteando entre las asombrosas paredes de piedra, formando pozas de agua turquesa y meandros que contrastan con el color ocre de las calizas que se erigen sobre el terreno, señalan desde National Geographic. La combinación de colores y la vegetación que emana de las paredes del cañón, convierten el lugar en un "espectáculo visual incomparable".
Los 25 kilómetros que recorren las Hoces del río Duratón hace que sean varios los puntos destacados a lo largo de su longitud. Uno de los favoritos de la prestigiosa revista es la Ermita de San Frutos, que se ubica en un "promontorio" y que tiene su origen en el siglo XI. Un contexto que hace que se dote a la "majestuosidad natural del lugar" de un componente histórico y cultural.
También se han visto encandilados por la vida silvestre que aquí habita. "Es un área de gran importancia para aves rapaces. Durante un paseo en barco por el río se pueden observar estas majestuosas aves volando y descansando en las cornisas de las paredes del cañón", explican.
Para los amantes del senderismo, las Hoces del río Duratón cuentan con siete rutas balizadas que nos descubrirán cada uno de los rincones de este rincón natural de belleza única en nuestro país. Además, son adaptadas para todos los niveles, por lo que nos será sencillo la que mejor nos venga para lo que estemos acostumbrados. Va desde un kilómetro de longitud a los 20, abarcando casi todo el recorrido.
Por supuesto, otra de las actividades estrella del lugar y, posiblemente, la más demandada, son los paseos en piragua por el río Duratón, recorriendo parte de las Hoces. Existen diferentes modalidades y los precios van desde los 16,2 a los 32 euros por el alquiler de los kayak.
Una oportunidad maravillosa para quedarse maravillado de las Hoces del río Duratón, pero desde dentro. Lo cierto es que no es de extrañar que National Geographic se haya decantado por este lugar para seleccionarlo entre un paisaje único de nuestro país, dado que es, sin duda, uno de los parques naturales más famosos, bellos y ricos de toda la geografía española.