Hace unos días conocíamos que el pasado 26 de agosto Juan, el presunto asesino confeso del crimen de Mocejón, había sido trasladado de la cárcel de Ocaña I a la de Segovia, tal y como confirmó a este periódico Rafael Paniza, portavoz de la Asociación Profesional de Funcionarios de Prisiones (APFP). 

Este miércoles, EL ESPAÑOL - Noticias de Castilla y León ha podido saber cómo han sido los primeros días del preso en el centro penitenciario segoviano. Cárcel a la que fue trasladado por recomendación del juez, al disponer de un módulo psiquiátrico y ante los supuestos trastornos psiquiátricos que padece el joven de 20 años. 

Se pensaba, por tanto, que Juan había ingresado directamente en el módulo de psiquiatría. Sin embargo, tal y como han confesado fuentes penitenciarias en conversaciones con Rafael, en estos momentos, este se encuentra en enfermería. 

Todo apunta a que allí ha pasado todos los días transcurridos desde su ingreso. Jornadas en las que el preso ha mostrado "un comportamiento correcto, dentro de la pasividad que muestra en el día a día". 

Y es que, el joven "no colabora con los funcionarios y responde con frases cortas a los miembros del equipo". 

Al parecer, el comportamiento de Juan continúa siendo el mismo que desde su ingreso en la prisión toledana de Ocaña hace ya dos semanas.

Lo que se sabe de su estancia allí es que también fue ingresado en el módulo de enfermería, al que llegó desorientado, sin saber quién era, ni dónde estaba, así como que, a los pocos días, Instituciones Penitenciarias decidió activar el protocolo de prevención de suicidio, asignando a otro preso la tarea de vigilar al asesino confeso para impedir que se pudiese autolesionar. 

Crimen de Mocejón

Fue el pasado domingo 18 de julio cuando Juan se dirigió presuntamente al campo de fútbol de Mocejón, donde se encontraba el pequeño Mateo, de 11 años, para propinarle hasta 12 puñaladas mientras este jugaba con sus amigos. 

Apenas unas horas después, el joven confesó ser el autor del crimen, pero no fue hasta transcurridos cuatro días cuando el juez ordenó su ingreso en prisión comunicada y sin fianza. 

En cualquier caso, la investigación continúa abierta y, hasta donde se sabe, los trabajos de la Guardia Civil están centrados en el análisis de la ropa incautada al asesino confeso y también del cuchillo que encontraron en la localidad y que, según las primeras hipótesis, podría tratarse del arma homicida con la que el preso arrebató la vida al menor de 11 años. 

En su intento de dar a conocer el gran problema que sufren desde hace tiempo las prisiones españolas, desde la Asociación Profesional de Funcionarios de Prisiones (APFP) han denunciado que solo año pasado, los profesionales sufrieron "más de 500 agresiones por parte de internos". Asimismo, han afirmardo que gran parte de esas agresiones vinieron por parte de "internos con algún tipo de patología, ya sea más o menos aguda, pero que sabían perfectamente lo que hacían".

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