La Asociación Recuerdo y Dignidad y la Sociedad de Ciencias Aranzadi llevarán a cabo este fin de semana la exhumación de una fosa común en el paraje de Carraarenillas, La Riba de Escalote (Soria) que alberga, al menos, a dos personas, según se comprobó en la prospección arqueológica llevada a cabo el pasado 24 de julio.
En dicha fosa común clandestina se espera encontrar los restos mortales de otras dos personas más asesinadas durante la Guerra Civil.
El proceso de búsqueda y apertura de la fosa comenzó con la aprobación de la reformulación de la subvención concedida por la Junta de Castilla y León el pasado año para financiar los gastos.
Los cuatro desaparecidos asesinados objeto de esta búsqueda son Adolfo Morales Ruiz, natural de Gómara y residente en Soria, donde militaba y fue fundador de las Juventudes Socialistas y en UGT; Silverio Lumbreras Pérez, electricista perteneciente a las Juventudes Socialistas; Gregorio Valdenebro Moreno, jornalero perteneciente a Unión Republicana; y Alberto Rodrigo León, sastre, concejal del Ayuntamiento de Berlanga y tesorero de Unión Republicana. Tenían entre 25 y 32 años.
La búsqueda se llevó a cabo a raíz de la solicitud de una familiar de Adolfo Morales Ruiz, quien fue asesinado atado a Silverio Lumbreras, cuyos famliares se sumaron a la petición. Ayer lunes, horas después de hacerse pública la búsqueda de los familiares de Alberto Rodrigo, voluntarios de Recuerdo y Dignidad localizaban en Lérida a una hija que aún vive.
Fue a las 17:57 horas del miércoles 24 de julio de 2019, cuando integrantes de Recuerdo y Dignidad y de la Sociedad de Ciencias Aranzadi, hallaban una fosa común en el paraje de Carraarenillas, La Riba de Escalote (Soria) que albergaba, al menos, a dos personas.
La ayuda de los vecinos fue decisiva para la localización del paraje de enterramiento. Los vecinos colaboraron durante todo el día acercándose hasta la zona para tratar de delimitar la ubicación aproximada, siempre dentro de las mismas tierras de labor.
Fue de nuevo, como en el caso de la fosa que albergaba a los maestros de Cobertelada, la comparación con una fotografía aérea antigua el elemento que acabó de señalar la ubicación más probable de enterramiento en la cual finalmente aparecieron los cuerpos.