La Junta de Castilla y León, a través del Servicio Territorial de Medio Ambiente, ha autorizado los expedientes de aprovechamiento de 25.290 kilogramos de ramilla ornamental proveniente de los tratamientos silvícolas de acebo autorizados en montes de utilidad pública de Oncala (2.200), Estepa de San Juan (2.100), Arévalo de la Sierra (15.700), Almarza (140), y La Póveda de Soria (5.150).

El año pasado fue muy malo de fructificación, con poca bola, por lo que de los 29.880 kilogramos autorizados solo se recogieron 3.170. Este año, sin embargo, las acebedas están preciosas y con buena fructificación, pero el aprovechamiento final, que suele dar comienzo en la primera o segunda semana de diciembre, dependerá en buena medida de la demanda del mercado.

Según el Mapa Forestal de España, el acebo figura como especie principal en cerca de 1.600 hectáreas en Soria, aparece como especie acompañante en otras 2.430 hectáreas, y teniendo en cuenta la facilidad de dispersión a través de la fauna está presente, aunque sea en pies aislados o con presencia más escasa, en otros muchos montes.

La singularidad de esta especie la ha hecho no sólo ser objetivo de diversos estudios, sino que en algunos montes, como el Acebal de Garagüeta, recibe una serie de catalogaciones a nivel europeo de gran importancia, estando dentro de la Red Natura 2000 al tratarse de una ZEPA (Zona de Especial Protección para las Aves) y la especie está incluida en el catálogo de hábitats de interés comunitario establecido en el Anexo I de la Directiva Hábitats (92/43/CEE) dentro de los Bosques esclerófilos mediterráneos en el apartado 45.8, ‘Bosques de Ilex aquifolium’.

De acuerdo a la Ley 4/2015 de 24 de marzo del Patrimonio Natural de Castilla y León, el acebo dejó de estar protegido en la Comunidad Autónoma por la importante presencia de la especie y su garantía de persistencia en el tiempo. No obstante, para permitir su aprovechamiento sostenible, gran mayoría de los acebales de la provincia se han ordenado por medio del ‘Plan Dasocrático de los Acebales de las Secciones III y IV de la Provincia de Soria’, con una superficie próxima a las 2.000 hectáreas.

Todas las cortas de ramillas se realizan de acuerdo con lo estipulado en dicho Plan, bajo la supervisión de los agentes medioambientales, que controlan la ejecución de los trabajos. Además, los montes incluidos en este documento están certificados con el sello PEFC, lo que garantiza su aprovechamiento sostenible y su comercialización en los mercados con ‘etiqueta verde’. Pero lo más importante es que está generando jornales en el medio rural y el valor añadido se está quedando en los pueblos productores.

Las podas suelen realizarlas los propios vecinos de estos municipios con acebales y los destinos principales de este producto, típicamente navideño, son Soria capital, Valencia, Barcelona y Madrid. La empresa local El Acebarillo está comercializando desde hace ya muchos años la ramilla ornamental y otros productos elaborados, como centros, de esta especie.

Primera revisión del Plan Dasocrático de los Acebales



La Consejería de Fomento y Medio Ambiente adjudicó a principios año, a la empresa Zumain Ingenieros, S.L, por un importe total de 29.492,69 euros y un plazo de ejecución de 12 meses, la ‘Primera Revisión del Plan Dasocrático de los Acebales de las Secciones III y IV de la Provincia de Soria’. Si el documento ahora en elaboración se aprueba en los plazos previstos, las autorizaciones del próximo año se acogerán a lo que disponga este nuevo Plan.

El plan dasocrático ahora en revisión, por cumplir su vigencia, ha resultado ser una herramienta útil para la gestión de estas masas tan peculiares, aplicando una selvicultura muy conservadora que ha permitido su expansión. Se revisarán las medidas adoptadas, proponiendo la continuidad de aquellas que han resultado más efectivas y la revisión de las que no lo han sido tanto.

El primer plan dasocrático inicial tenía una superficie de ordenación de 1.790,8 hectáreas y ahora se amplía hasta las 2.610,6 hectáreas, incluyendo el MUP ‘Dehesón de Arguijo’ y otras pequeñas zonas.

Los 11 montes en los que se están desarrollando los trabajos, por términos municipales, son: ‘Dehesa’, en Oncala; ‘Garagüeta’ y ‘Dehesa Boyal de Ventosa de la Sierra’, en Arévalo de la Sierra; ‘Dehesón de Arguijo’, ‘La Lastra’, ‘Prado Concejo y Vieja’ y ‘Avellanosa, Carreros y otros’, en La Póveda de Soria; ‘Robledal’, en Castilfrío de la Sierra; ‘Dehesa’, en Estepa de San Juan; ‘La Dehesilla y Adovezo’ (Ayuntamiento de La Póveda), en Almarza; y ‘Dehesa’, en Vizmanos.

Además de las masas puras de acebo, que presentan una singularidad única en el continente europeo, encontramos pastizales, espinales, robledales de Quercus pyrenaica generalmente adehesados y pinares de Pinus sylvestris procedentes de repoblación. También aparece una gran cantidad de especies mezcladas en las formaciones anteriores.

Entre los objetivos de estas masas destaca, por su singularidad, el aprovechamiento de ramilla ornamental de acebo. Además, tiene mucha importancia el aprovechamiento de pasos, que es el que ha conformado el paisaje a lo largo de los siglos, seguido del de leñas, por la repercusión social en los pueblos propietarios de los montes. Con la agregación de las superficies de pinar y de robledal del monte de Arguijo, se incluye dentro de los objetivos de gestión la producción de madera y leña.

Estos documentos de planificación suponen una organización, en el espacio y en el tiempo, de todas las actuaciones a acometer en el monte o grupo ordenado de montes durante un periodo de ejecución variable (entre 10 y 15 años, como norma general) que garantiza la eficacia administrativa a través de su contratación, cumpliendo con ello los tres principios básicos de la ordenación de montes: persistencia, conservación y mejora de las masas forestales, rendimiento sostenido en el tiempo y máximo de utilidades proporcionadas a la sociedad.