La Consejería de Fomento y Medio Ambiente “no ve probable” que vayan a producirse efectos significativos sobre el medio ambiente en el proyecto de la macrovaquería de Noviercas (Soria), siempre que el texto definitivo de la modificación puntual número 8 y de los Planes Especiales derivados contemplen, condiciona la Junta, los requerimientos establecidos en los informes realizados por la Confederación Hidrográfica del Duero (CHD), la Dirección General de Patrimonio Natural y Política Forestal y el Servicio Territorial de Medio Ambiente de Soria. Por todo ello, según la orden publicada hoy por el Bocyl, “no se considera necesaria la tramitación de la evaluación ambiental estratégica ordinaria”.
De hecho, el Gobierno regional va más allá y deduce que “no deben existir problemas ambientales significativos relacionados con el plan o programa y que no existirá una afección indirecta sobre elementos con figuras de protección ambiental”.
Dado que el proyecto afecta a la totalidad del suelo municipal de Noviercas, la Junta ha preguntado a varias administraciones y departamentos. El más negativos ha sido el informe de la CHD, como era de esperar, que señala que dado que el fin último de la modificación puntual es posibilitar la instalación de una explotación ganadera con capacidad para 23.000 cabezas y la transformación en regadío de 230 hectáreas, el “impacto sobre la calidad y disponibilidad de recursos hídricos podría ser significativo”, por lo que la Confederación realizó una serie de consideraciones que “habrán de tenerse en cuenta en caso de llevarse a cabo la citada explotación”. También informó de que la tramitación del proyecto para la investigación de las aguas subterráneas de la zona, como paso previo a la obtención de la concesión de aguas de uso ganadero, se encuentra actualmente en la primera fase.
Igualmente, la Dirección General de Patrimonio Natural y Política Forestal, de la Consejería de Fomento, emitió un informe de evaluación de las repercusiones sobre la Red Natura 2000 (IRNA), en el que recuerda que el ámbito territorial se ve afectado por el espacio incluido en esta figura de protección, denominada 'Quejigares y Encinares Sierra del Madero', si bien por su naturaleza se considera que “no afectará, directa o indirectamente, ya sea individualmente o en combinación con otros planes, a la integridad de este lugar, así como tampoco se prevé que existan efectos significativos sobre otros valores naturales”.