Las floristerías de España no reciben 'Acebo de Soria' por la imposibilidad de acceder a las acebedas, por parte de las empresas comercializadoras, y por la escasez de bola en los árboles y se ven abocadas a importar de otras partes de Europa como Holanda.
Este año, la campaña del acebo es “muy mala” porque hay menos que otros años, ya que es una especie vecera que unos ejercicios fructifica o produce mucho y en otros escasea. Así lo expresó a Ical, la gerente de la empresa El Acebarillo, Cristina Martínez, quien desde su empresa se encarga de explotar el Acebal de Garagüeta, el más grande de Europa. “El acebo es un árbol pero se comporta como un arbusto y es así, unos años hay mucha bola y otros no”, destacó.
Las floristerías de toda España se han visto, de momento, abocadas a importar acebo para poder comercializar los centros de mesa y adornos típicos de la Navidad. “De momento, los pedidos están en espera y no sabemos si podremos podar porque no se puede acceder al monte porque hay nieve para aburrir y tiene que llover”, argumentó.
Asimismo, la empresa suspendió las rutas por el acebal, ya que el tiempo impide su acceso. “Teníamos muchos grupos para visitar, pero la empresa depende de la naturaleza. También estamos a al espera de poder hacer los talleres de centros de acebo que realizamos por los pueblos”, precisó.
Por último, aludió a que, en el caso de que se pudiera podar acebo los primeros clientes que serían surtidos serían los sorianos, ya que son los “más fieles”. “Pensábamos vender acebo en la casa de Soria en Valencia y se ha suspendido la actividad”, lamentó.
En Oncala, otro de los sitios con acebedas, ha decidido suspender la Feria del Acebo que organiza tradicionalmente en el Puente de la Inmaculada.
El hecho de que haya menos acebo en Soria lo atestigua la autorización por parte de la Consejería de Fomento y Medio Ambiente. En concreto para esta campaña autorizó la corta de 16.590 kilos de ramilla de acebo de los montes de utilidad pública de Garagüeta, Oncala, Almarza, Estepa de San Juan, Arévalo de la Sierra y La Póveda cuya tasación se eleva a 11.613 euros. Esto supone que se rebaje un 35 por ciento la cantidad de acebo a cortar con respecto a 2020 cuando se permitió la poda de 25.290, además, también lo ha hecho con respecto a 2019 cuando permitió cortar 32.219 kilos.
En concreto, la Junta autoriza podar de la Dehesa de Oncala 3.200 kilos; de la Dehesa la Mata de Almarza, 140; en el acebal de Garagüeta de Árevalo de la Sierra, 9.000; en la Dehesa de Estepa de San Juan, 250 kilos; y en los montes Avellanosa, Carreros y otros de La Póveda, 4.000 kilos.
Según el Mapa Forestal de España, el acebo figura como especie principal en cerca de 1.600 hectáreas en Soria y aparece como especie acompañante en otras 2.430 hectárea, y teniendo en cuenta la facilidad de dispersión a través de la fauna está presente, aunque sea en pies aislados o con presencia más escasa, en otros muchos montes.
De acuerdo a la Ley 4/2015 de 24 de marzo del Patrimonio Natural de Castilla y León, el acebo dejó de estar protegido en la Comunidad autónoma por la importante presencia de la especie y su garantía de persistencia en el tiempo.
No obstante, para permitir su aprovechamiento sostenible, la gran mayoría de los acebales de la provincia se han ordenado por medio del Plan Dasocrático de los Acebales de las Secciones III y IV de la Provincia de Soria, con una superficie próxima a las 2.000 hectáreas.
Acebal más grande de Europa
La provincia de Soria cuenta con un ecosistema de alto valor ecológico, protegido y sostenible y reconocido mundialmente por contar con el bosque de acebo más grande de Europa.
La singularidad de esta especie la ha hecho no sólo ser objetivo de diversos estudios, sino que en algunos montes, como el Acebal de Garagüeta, recibe una serie de catalogaciones a nivel europeo de gran importancia, estando dentro de la Red Natura 2000 al tratarse de una ZEPA (Zona de Especial Protección para las Aves) y la especie está incluida en el catálogo de hábitats de interés comunitario dentro de los bosques esclerófilos mediterráneo.
Todas las cortas de ramillas se realizan de acuerdo con lo estipulado en dicho plan, bajo la supervisión de los agentes medioambientales, que controlan la ejecución de los trabajos. Además, los montes incluidos en dicho plan están certificados con el sello PEFC, lo que garantiza su aprovechamiento sostenible y su comercialización en los mercados con etiqueta ‘verde’.
Tradicionalmente, el acebo se podaba para alimentar el ganado. El uso más polémico de las acebedas llegó con el aprovechamiento de ramilla ornamental. De hecho, hasta el año 2001, aún siendo un aprovechamiento controlado en un monte ordenado, no se reconocía como tal y se enmascaraba como tratamiento silvícola. En España, el acebo se emplea como adorno de Navidad desde los años 50, cuando comenzó a cortarse ramillas de acebo.
Además del uso ornamental, el acebo constituye un aprovechamiento cinegético. Garagüeta está integrada dentro de un coto de caza menor gestionado por cazadores locales. Las acebedas son excelentes cazaderos de zorzal y en ellas se hallan situados algunos de los mejores pasos tradicionales de palomas de España.
La madera del acebo es estimada en ebanistería para la fabricación de gran número de objetos como las teclas de pianos. Las acebedas del Sistema Ibérico Norte posibilitan el desarrollo de empresas de artesanía locales basadas en su utilización.
Además, el acebo incrementa la diversidad paisajística en zonas de bosques caducifolios. En la antigüedad el acebo se utilizaba para muchas y variadas funciones, sobre todo medicinales. De la corteza del acebo cocinada y dejada fermentar se obtenía un gomal, la liga, que era utilizada para cazar pájaros.