Durmiendo al raso y sin vacaciones: la experiencia de vivir como un pastor trashumante por 180 euros

Todo comienza sobre las siete de la madrugada con el recibimiento de los pastores y con el rebaño de ovejas atravesando la ciudad. Por supuesto, no puede faltar una camiseta típica de la profesión, el macuto lleno y un buen almuerzo. Una travesía por la provincia de Soria acompañando al rebaño por la Cañada con subida a la Sierra hasta el Puerto de Oncala durante seis kilómetros. Se baja andando desde la Sierra del Alba hasta Los Campos. Llegada para cenar y descansar al raso. Así trascurre un día de los pastores trashumantes, una de las profesiones más duras, pero también de las más gratificantes.

Ahora que está tan de moda el turismo rural y los paquetes vacacionales, la provincia de Soria da la posibilidad de vivir esta experiencia de la Fiesta de la Trashumancia, un acto de reivindicación antropológica que lleva celebrándose varios años y en el que no faltará la gastronomía pastoril, las exhibiciones de actividades pastoriles, el esquileo y más. Puedes sentirte como los pastores trashumantes, profesión con muchos siglos de historia. Una actividad que según la implicación puede variar entre los 180 y los 335 euros.

La trashumancia ha marcado desde la antigüedad la vida tradicional en muchos lugares de España y sobre todo de las Tierras Altas de Soria. La cita ‘Somos Trashumantes’ se desarrollará entre el 15 y el 17 de junio y se ha convertido ya en un reclamo turístico para Soria desde hace trece años. “El objetivo es volver a las raíces y potenciar esta tradición para evitar que desaparezca ante la falta de relevo generacional, con solo dos pastores que la han heredado en la provincia”, señala Raquel Soria, agente de Desarrollo Rural de la Mancomunidad de Tierras Altas. Es el proyecto ideado por la Mancomunidad y los Ayuntamientos de Las Aldehuelas y Oncala que permite a los viajeros recrear la vida pastoril durante tres días, en definitiva, “una idea que busca reivindicar la tradición de la Trashumancia”, asegura a este periódico.

Descubrir la experiencia de convertirte en pastor y guiar a las ovejas en su regreso desde Brazatortas, en Ciudad Real, hasta la localidad soriana de Los Campos y, de esta forma, mostrar todas las actividades de los pueblos que poco a poco van desapareciendo. Y es que para la agente turística, “es una experiencia irrepetible” donde más que lo turístico florece lo personal. “Es compartir la calma, escuchar a la naturaleza y enriquecerte charlando con otras personas”, señala.

Los participantes realizan una marcha entre Soria y Los Campos y pueden pasar una o dos noches noche al raso, en un itinerario que recorrerá lugares como Numancia (Garray), la zona del Valle del Tera, castros celtíberos, el acebal de Garagüeta o la Sierra del Alba.

De México al norte de Europa

El perfil del participante es “muy variado” ya que según apunta la agente de Desarrollo Turístico pueden venir dos amigos, familias que quieren vivirlo con sus hijos o personas en solitario. Por tierras sorianas han pasado aspirantes a pastores de México, del norte de Europa y de la mayoría de los lugares de España. Y todos ellos coinciden en un aspecto, “se van encantados” y “quieren repetir”.

De esta manera, un año más, en este próximo mes de junio, se recorrerá la Cañada Real, guiando un rebaño de ovejas. Partirán desde detrás de la estación de tren, en el camino del Cañuelo, hasta Los Campos; tres días para descubrir uno de los oficios más sacrificados del medio rural y más comprometidos con la conservación del planeta. “Al final se apuesta por los sostenible y se habla mucho de ello, y no hay nada más natural que esto”, apunta Soria.

“Camina con nosotros. Al ritmo que marca el ganado. Al oído de los pastores, nuestros catedráticos del campo. Al olor del tomillo y del romero. Al tiempo que nos ofrece la madre naturaleza”, así definen la experiencia desde la organización

Eso sí, no hay que olvidar que “los contratiempos en el campo han marcado el carácter serrano de nuestras gentes... tanto si sopla cierzo como si llueve... no lo olvides. Somos trashumantes".