“Paz y descanso”. Son los dos sentimientos que las familias de los desaparecidos por la Guerra Civil en Soria van a sentir tras recibir los restos de sus abuelos o tíos que descansan en fosas comunes del cementerio de Las Casas, barrio de la capital soriana. Iván Aparicio, responsable de la Asociación Memoria y Dignidad, señala que los familiares coinciden en trasladar que el recibir los restos mortales de sus abuelos, padres o tíos les da paz, ya que el duelo “se hereda” y necesitan cerrar el ciclo.
“Muchas de las personas que reciben a su abuelo se han educado emocionalmente con una hija o un hijo de un desaparecido. Su madre o su padre calla y llora y ese dolor se hereda y se transmite. Ellos afirman que toda vez que encuentran a ese familiar descansan y encuentran sosiego”, relata para indicar que son víctimas reales y añadir que el Estado sólo puede abrazar a los familiares de las víctimas con justicia.
El cementerio de Las Casas, pedanía de la ciudad de Soria, ha acogido durante toda esta semana al equipo de la Sociedad de Ciencias Aranzadi, a forenses y especialistas que han abierto una fosa común y han hallado siete cuerpos dispuestos de forma caótica, es decir, que fueron “arrojados”.
La actuación ha sido promovida por la Asociación Memoria y Dignidad de Soria que lleva más de una década de trabajo para encontrar a aquellas personas que un día “hicieron desaparecer” en una de las épocas más oscuras y siniestras de historia de España.
Es la primera vez que el Juzgado determina que el protocolo a seguir en la actuación, financiada por la Junta de Castilla y León en colaboración con el Ayuntamiento de Soria, debe realizarse como si de un asesinato al uso se tratase, es decir, con un protocolo “moderno” en la exhumación. Los responsables precintan la zona y, a partir de ahora, no se permite fotografiar los restos a los medios de comunicación. De este modo, se eleva la categoría de las víctimas, que dejan de ser “de segunda”.
Esta semana se han hallado siete individuos en una fosa común en este campo santo. Por los restos y vestimentas, ya que llevaban abarcas para protegerse en el trabajo en el campo, se deduce que algunos de ellos eran campesinos y gente muy humilde de Malzalvete, Castilruiz, Pozalmuro y Deza que llevaron allí.
La forense del Instituto de Medina Legal de Soria, tras analizar los restos y para poder continuar la investigación sobre los asesinatos, autorizó la exhumación, que se llevaría a cabo ante la presencia de la policía judicial y se decidió la protección del lugar, por lo que el caso se equipara por primera vez a un crimen actual.
Los trabajos los lleva a cabo la Sociedad de Ciencias Aranzadi, que realizará los estudios antropológicos y forenses y, posteriormente, enviará las conclusiones al juzgado. Recuerdo y Dignidad elaborará los árboles genealógicos con los hijos de los parecidos que continúan vivos, aunque residen en otras provincias en las que la policía judicial les tomará muestras de ADN, con el fin de poder identificar los cuerpos. Igualmente, ayudará poder concretar la información sobre las personas que partieron de los citados pueblos.
Casi todos los “asesinatos” en Soria se produjeron desde finales del verano a octubre y noviembre de 1936 y por eso se hallan en las fosas comunes ropas más propias del invierno. En dos meses se calcula que fueron asesinadas unas 600 personas.
El equipo de Aranzadi ha comprobado que en esta primera fosa sólo hay siete personas enterradas y hasta mañana se determinará cuántas fosas hay, ya que se calculan que en este cementerio pudieron haber arrojado hasta un centenar de cadáveres. “Tenemos referencias de que pudieran estar los prisioneros de la catedral de Sigüenza, por lo que estarían 35 personas de la provincia de Soria”, reseña.
La mayoría de las personas que están enterradas en Las Casas no pasaron por la cárcel, según recuerda Aparicio, quien agrega que les cogían en el pueblo y les traían hasta aquí. “El libro ‘ La represión en Soria durante la Guerra Civil' y los testimonios de la gente del pueblo y los familiares así lo atestiguan. Pueden estar más gente que no sepamos y otros que pensábamos que están, Algunos tienen certezas porque tienen los hechos contrastados”, relata.
La Asociación Recuerdo y Dignidad ha realizado otros trabajos similares con el apoyo científico de la Sociedad de Ciencias Aranzadi. En concreto, localizaron restos de personas en fosas comunes de Langa de Duero, Bayubas, Ágreda, Barcones, Covartelada y La Riba de Escalote. Además, otras tres o cuatro veces se han realizado exhumaciones sin resultados.
Toda vez que se determine por medio de las prospección arqueológica cuántas fosas hay, el equipo de Aranzadi las tapará y la Asociación presentará un nuevo proyecto a las administraciones para conseguir financiación para dar “dignidad” a las víctimas y sus familias.