La comisaria sueca de Interior, Ylva Johansson, se ha viralizado al tejer un calcetín durante la intervención de la presidenta, Ursula von der Leyen, en el pleno del Parlamento europeo. A la mujer le han llovido las críticas por no estar con los cinco sentidos puestos en el discurso de la mandataria, pero también han salido sus defensoras que aluden a que el punto permite realizar varias actividades simultánea, toda vez que se han interiorizado los pasos a seguir.
Así lo cree la presidenta del colectivo de tejedoras de Castilla y León, Miriam Martínez, quien ha organizado, bajo el patrocinio del Ayuntamiento de Soria, la I Feria de la Lana ubicada desde hoy y mañana en el antiguo Lavadero de Lanas, ubicado a orillas del Duero.
Martínez, que teje desde hace 14 años, afirma que el “punto invita a hacer otras cosas”, es más la mayoría de tejedoras, asegura, se llevan la labor al bar, charlan con otras personas o ven una película. “Se teje sin mirar, es que no te hace falta prestar atención plena. Esta persona estaba prestando más atención que aquellas que juegan al ‘candy crush’. El tejer es compatible con cualquier cosa, menos leer o actividades similares”, resalta.
Las tejedoras castellanas, un grupo de 120 mujeres, todavía no han conformado una asociación pero sí actúan como tal. Por ello y ante la falta de mercerías en muchas ciudades de Castilla y León que dispensen lanas a Martínez se le ocurrió organizar este evento que alberga 17 expositores, donde se pueden encontrar a mercerías con lanas comerciales o a “titanes” del mundo de la lana que buscan proveedores de lana de razas autóctonas para contar con “lanas de calidad exquisita”.
“España es el país que más exporta lana a Europa. También vamos a contar con la exhibición de una hilador y con tintoreros especializados que tiñen a mano y otros con plantas”, destaca.
Además, el evento ofrece la posibilidad de participar en talleres como el dirigido a tejer con los dedos para niños, o el que se enseña a tejer con círculo para empezar por el cuello sin tener que unir las partes de la prenda. “Enseñamos a los niños porque es bueno para su desarrollo el que pueden tejer con sus propias manos. Sería bueno que los centros escolares ofrecieran esta actividad como asignatura optativa porque es necesario”, defiende para advertir que la gente de hoy no sabe ni coserse un botón o coger un bajo de pantalón.
Además, se ofrecerá el poder tejer con agujas circulares, una técnica adaptada para aquellas personas que sufren de artrosis u otras patologías en los huesos de las manos.
Martínez afirma que detrás de todas las agujas hay una “historia trágica”, ya que muchas mujeres tejedoras han recurrido a echar la hebra después de haber sufrido un problema o un revés en la vida como un cáncer. “Utilizan el tejer como evasión para matar el tiempo durante la dispensación de la quimioterapia. El tejer es relajante y terapéutico; es nuestro compañero de vida y nos acompaña en la playa y a cualquier sitio que vayamos. Además cada vez hay más hombres que se animan”, indica.
La tejedora afirma que tan solo tiene un jersey comprado, y agrega que la ropa echa a mano se puede reciclar, ya que se deshace y se hace otro modelo. “Las ropas de punto de las tiendas utilizan plásticos y fibras sintéticas y si te haces un jersey en casa con buena lana te dura sin pelotillas muchísimo tiempo”, recalca.
La presidenta de Tejedoras de Castilla y León explica que la idea de la Feria surgió “al detectar que las tejedoras no tenían puntos de encuentro", y agrega que pensó que era interesante también para toda la ciudad, tanto por la historia que tiene Soria con la lana, la mesta y la trashumancia y por la carencia que hay actualmente en muchas provincias para poder adquirir productos”.
Las tejedoras castellano y leonesas se reúnen por videollamada los jueves y domingos y echan la hebra. Cada una teje en su casa y se cuentan cómo avanza la labor. En cada Comunidad autónoma hay un grupo de tejido y se ofertan diferentes actividades. “Nosotras en Soria nos juntamos los jueves, cada uno teje y nos ayudamos entre nosotras”, matiza.
Para acabar, también ha recordado que una compañera del grupo, la diseñadora vallisoletana Patricia Junquera, ha diseñado el primer chal con el nombre de Soria.
“Está inspirado en las ondas del río y las espigas que aparecen en la parte baja en los campos castellanos. Al final lo que la diseñadora pretendía era que se viera un poco la historia de Soria". Son 160 las personas que están tejiendo este chal y más de 900 las descargas contabilizadas ya del patrón.
El tejer no es ya no es “algo anticuado”, según la tejedora, quien defiende que puede ser un refugio en momentos de tormentas interiores y un oficio entretenido y gratificante.