La Audiencia Provincial de Soria ha condenado a 23 años de cárcel y diez años más de libertad vigilada al hombre que asesinó a Diolimar Alemán el pasado 9 de junio de 2022. El magistrado ha determinado, a mayores, en la sentencia que existe la circunstancia agravante de parentesco, dado que mantenían una relación sentimental.
Del mismo modo, también tendrá que abonarle 250.000 euros a la hija menor de la mujer asesinada. Así como abonar las costas procesales, incluidas las de la acusación particular. Por otro lado, han esclarecido que "no procede acceder" a la suspensión de la ejecución de la pena impuesta, ni a la propuesta al Gobierno de indulto alguno, en los términos que han sido informados por el Jurado. Contra esta sentencia es posible interponer un recurso de apelación ante la Sala de lo Civil y Penal del Tribunal Superior de Justicia de Castilla y León, pero deberá hacerlo en un plazo de días.
El magistrado consideró la pena que exigió el Ministerio Fiscal y la Acusación Particular y explicó que el crimen se realizó con una "alevosía traicionera y sorpresiva", caracterizada por el "ataque súbito, inesperado e imprevisto, esperando el acusado que la víctima se confíe, se quite la ropa, se ponga el camisón para dormir y se acueste en la cama".
De esta forma, afirman que el acusado se aprovechó de esa situación para "pegar una contundente, violenta y certera puñalada en la zona vital, directa al corazón", lo que provocó el fallecimiento "prácticamente instantáneo". Las posibilidades de defensa de la víctima eran "nulas", el riesgo para el agresor "inexistente" y la forma, medio empleado y modo de ejecución iba a "asegurar la muerte" de la Diolimar Alemán.
En la sentencia también se refleja el agravante de parentesco dado que, cabe recordar, que ambos habían mantenido una relación sentimental hasta el 5 de junio. Fue tan solo cuatro días después, el 9, cuando él esperó a la víctima para asesinarla con un cuchillo de cocina de 13 centímetros.
El grito de la mujer alertó a su tío, que se encontraba también en el domicilio, y al entrar en la habitación sorprendió al presunto asesino con el cuchillo ensangrentado en la mano. Diolimar, de 35 años, de oficio camarera en un céntrico bar de la ciudad de Soria, murió desangrada a consecuencia de la puñalada. La mujer únicamente alcanzó a decirle a su tío que llamara a un familiar y a la Policía falleciendo a los pocos minutos como consecuencia de la puñalada recibida entre la séptima y la octava costilla de la zona intercostal izquierda.