La Guardia Civil de Soria ha detenido a un hombre de 30 años que amenazó con una navaja a los agentes cuando estos intentaron auxiliarle después de que su coche se quedara sin gasolina.
Los hechos se remontan al pasado 11 de enero, sobre las 06:40 horas, cuando varios ciudadanos alertaron de la presencia de un coche que se encontraba parado en el kilómetro 149 de la A-2, sentido Zaragoza, próximo a la localidad soriana de Medinaceli. Este tenía las luces apagadas, sin ningún tipo de señalización y ocupaba parte del arcén y del carril derecho de la autovía.
Minutos más tarde, una patrulla de la Guardia Civil de Arcos de Jalón se trasladó al lugar para ver lo que estaba sucediendo. Nada más llegar, los agentes aseguraron la zona y comprobaron que el vehículo en cuestión tenía daños de consideración en el lado izquierdo, posiblemente producidos por el raspado de un camión que no lograse evitar al citado turismo.
Tras ello, encontraron a un hombre de 30 años con una navaja de grandes dimensiones, con la que amenazó a los agentes. Por este motivo, los guardias civiles cortaron el carril derecho para garantizar la seguridad de todos los usuarios y acto seguido solicitaron apoyo a otras patrullas.
Una vez llegados los refuerzos, el conductor se negó a bajarse del coche y empezó a autolesionarse con su propia navaja debido al estado de agitación y violencia en el que se encontraba. Y es que, según informa la Guardia Civil, fue necesaria la intervención de hasta cinco agentes para reducirle y proceder a su detención.
Fue entonces cuando le trasladaron al centro médico de Medinaceli. Allí, este fue atendido por varios cortes de carácter leve, mientras que uno de los guardias civiles también precisó asistencia sanitaria por heridas en una mano provocadas por la rotura de cristales que se vieron obligados a practicar para poder detenerle.
Cuando ambos fueron curados, el detenido fue conducido hasta el cuartel de Medinaceli, donde le realizaron las pruebas de alcohol y drogas, debido a que en el interior de su coche los agentes encontraron restos de un polvo blanco que parecía ser cocaína, así como diferentes utensilios para su consumo.
Por todo ello, se procedió a su investigación como presunto autor de los delitos de desobediencia grave a agentes de la autoridad y conducir un vehículo bajo la influencia de drogas tóxicas, estupefacientes, sustancias psicotrópicas o de bebidas alcohólicas.
Así, el arrestado puede llegar a enfrentarse a una pena de presión de tres meses a un año o a una multa de seis a 18 meses por el primer delito, y a de tres a seis meses de cárcel, a una sanción económica de seis a 12 meses o a realizar trabajos en beneficio de la comunidad de 31 a 90 días por el segundo.